Optimismo en la familia Lipperheide ante las fotos y la carta remitidas por ETAm

La organización terrorista ETA Militar, que secuestró hace hoy 26 días al industrial y financiero José Lipperheide, hizo llegar en la noche del miércoles al diario vasco Egin, dos fotos y una carta manuscrita de aquél, en la que pide a su familia que "cumplan, dentro de lo posible" las exigencias de sus secuestradores. Aunque su hijo José Antonio Lipperheide manifestó ayer que dichos documentos no son una prueba suficiente de que su padre esté vivo, sin embargo su existencia ha producido optimismo en la familia, que prosigue las negociaciones en torno al rescate que se les ha exigido.

Egin, que publicaba ayer de manera destacada ambas fotos y una reproducción de la carta, informaba que una voz anónima había telefoneado a la redacción central de Hernani (Guipúzcoa) para indicar al redactor-jefe que en una cabina telefónica, situada, en una estación de servicio de la misma localidad, podrían encontrar un comunicado de interés. En la rendija existente entre la base del aparato telefónico y la bandeja se encontró un papel doblado, una carta manuscrita de José Lipperheide, que contenía en su interior dos fotografías del secuestrado.El texto de la misiva, que no llevaba ninguna fecha y está escrita en una hoja de libreta, tamaño cuartilla, es el siguiente: "Querida familia, hijos, hermanos y nietos: Doy esta señal de vida para deciros que sigo sin novedad, aburrido e impaciente. Os ruego hacer todo lo posible para sacarme de esta situación, cumpliendo dentro de lo posible las exigencia de ETA. Espero que todos sigáis con plena salud. Muchos abrazos y besos. Vuestro padre, hermano y abuelo. José2 (firma rubricada).

En las dos fotos, hechas en color por el sistema de revelado instantáneo tipo Polaroid, aparece, ante un fondo blanco en que pueden verse las siglas de ETA, José Lipperheide, quien sostiene entre sus manos un ejemplar del diario Egin del día 19 de enero. En primera página se distingue con claridad una gran foto del doctor Iglesias tras su liberación. En el titular de la información, cuyo texto era: "El secuestro del doctor Iglesias no rompe la tregua de ETApm", los secuestradores del señor Lipperheide han tachado las siglas de ETA.

Junto a la cabecera del diario aparece también otra tachadura que impide distinguir a cual de las cuatro ediciones provinciales que imprime el periódico corresponde el ejemplar. En una de las fotos aparece José Lipperheide con gafas, y en la otra, sin ellas.

Letra con rasgos vacilantes

La carta y las dos fotos fueron entregadas en la madrugada de ayer al hijo del secuestrado por redactores de Egin, que se desplazaron hasta su domicilio. Al comentar ayer el mensaje, José Antonio Lipperheide reconoció que la letra era sin duda de su padre, si bien añadió que los rasgos de la misma eran vacilantes y más rectos de lo habitual. En cuanto al contenido, manifestó que lo encontraba pesimista. "Creo que en la carta refleja una mezcla de sentimientos propios y otros ajenos. Pienso que le habrán sugerido la frase en la que nos dice que hagamos todo lo posible por satisfacer las exigencias de ETA".Por lo que respecta a las fotos, indicó que veía a su padre muy desmejorado y sensiblemente más delgado, "con un bigote y unas patillas que nunca lleva".

"Pido a los secuestradores", añadió en tono de mensaje, "que traten bien a mi padre y le protejan de las inclemencias del frío, y que le pongan pronto en libertad".

José Antonio Lipperheide se mostró en extremo reservado a la hora de valorar la incidencia que para la negociación del rescate va a tener la existencia de las fotos y la carta. "Ello nos produce un moderado optimismo, porque confirma que lo tiene ETAm y que estaba vivo el día 19, pero no es suficiente. Ha pasado mucho tiempo desde entonces. Precisamos una prueba fehaciente, más reciente, para que podamos dar los siguientes pasos".

Sin embargo, añadiría luego que esta prueba parcial puede significar un paso adelante para la solución del secuestro, lo que viene a confirmar que la familia negocia ya desde hace más de una semana la cantidad exigida como rescate por la liberación de José Lipperheide.