_
_
_
_

La logia P-2 y un banco vaticano, implicados en un mismo escándalo

Juan Arias

"Se ha sabido que el mayor diario de Italia, Corriere della Sera, es desde 1977 propiedad de la logia masónica Propaganda 2 (P-2) y del Instituto para las Obras de Religión". Estas palabras encabezaban ayer el editorial del diario La Repubblica, firmado por su director, Eugenio Scalfari.Explicando esta noticia, el comentario seguía: "Este Instituto no es un banco cualquiera; es propiedad exclusiva del Vaticano, y desde hace muchos años está a su frente un obispo, el norteamericano Marcinkus -que mantuvo relaciones estrechas con Michele Sindona, que es socio desde siempre de Roberto Calvi, quien a su vez tiene establecido un tráfico de divisas- y a quien parece que el Papa está a punto de nombrar cardenal".

Scalfari, dirigiéndose directamente a Juan Pablo II, añadía: "Que Dios ilumine al papa Wojtyla y le detenga la mano. Y, si Dios quisiera hacer el milagro, le podría sugerir a su vicario que compruebe los tráficos equívocos de su obispo-financiero y le despida inmediatamente. Una personalidad tan alta e inspirada como la de Juan Pablo II no puede ser socio de Lucio Gelli, de Sindona y de las sociedades panameñas de Calvi".

El editorial de La Repubblica, subrayado con una caricatura en la que aparece la primera página del Corriere della Sera imitando a L'Osservatore Romano, es decir, toda ella con artículos de problemas eclesiásticos, ha causado mucha impresión, y se espera una respuesta del Vaticano.

En realidad, el artículo de La Repubblica está inspirado en las declaraciones formuladas por Angelo Rizzoli ante la comisión parlamentaria que está investigando sobre el escándalo de la logia masónica P-2. Rizzoli es presidente del grupo propietario del Corriere della Sera, acusado de haber vendido subrepticiamente el primer diario del país a Gelli, jefe de la P2, que estaba preparando todos los instrumentos necesarios para dar un golpe de Estado en Italia.

Rizzoli acaba de declarar que durante cinco años (desde 1977 hasta hoy) su grupo fue chantajeado por los dirigentes de la P-2 y por Calvi, presidente del Banco Ambrosiano y hombre de Gelli, quienes le obligaron a cederles una cuota del 10% de las acciones.

Como compensación por este regalo, Rizzoli obtuvo para sus diarios la ayuda financiera de estos señores. Así, afirmó Rizzoli, desde 1977, los verdaderos dueños del Corriere della Sera eran Calvi, hoy en la cárcel; Gelli, jefe de la P2; Ortolam , el hombre que controlaba las acciones de Calvi a través de algunos bancos suramericanos, y el obispo Marcinkus, presidente del Banco del Vaticano y accionista importante del Banco Ambrosiano. Roberto Calvi ha negado todo, contradiciendo las declaraciones de Rizzoli.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_