¿Cuándo se es persona?
En el artículo "¿Cuándo se es persona?", publicado en su periódico el 19 de diciembre último, Julio P. López aplica la doctrina personalista de F. Ebrier y M. Buber a la cuestión de precisar el momento en que el ser humano empieza a ser persona. Por haber dedicado bastante atención a estos autores y estar convencido de la fecundidad de algunos de sus pensamientos básicos, tengo especial interés en manifestar que su doctrina es relacional, pero no necesariamente relativista. Depender de otro ser no significa estar a su merced. Esto acontece en el plano de la producción artesanal, pero no en el de los procesos creadores. Conozco y estimo la tesis doctoral realizada por el autor del artículo sobre el pensamiento dialógico de F. Ebrier, pero entiendo que para aplicarlo a la clarificación de los orígenes de la condición personal del hombre hay que realizar antes muchas matizaciones (estatuto ontológico del entre, distinción entre personeidad y personalidad, realidad y ser, etcétera). Hecho esto, se advierte que el pensamiento dialógi no puede ser tomado como punto de apoyo para legitimar las prácticas abortistas. El pensamiento díalógico se halla años luz alejado de la actitud objetivista -manipuladora- que late en la base del movimiento abortista. En una materia tan grave como esta se impone una gran precisión de conceptos y el máximo rigor en los razonamientos. La historia nos advierte un día y otro que una ética montada sobre bases endebles -por culpa del reduccionismo o la precipitación- deja a los hombres y a las sociedades con las raíces existenciales al aire y los expone, consecuentemente, a los mayores riesgos. / Doctor en Filosofia, profesor agregado Universidad Complutense.
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