ETApm se financia con atracos, robos de armas y secuestros

Para poder llevar a cabo la estrategia revolucionaria perfilada por ETA Político-militar en la VII Asamblea de 1976, esta organización ha realizado una serie de acciones espectaculares que le han permitido su financiación. Estos actos comprenden atracos, robos de armas y secuestros, estos últimos con móviles económicos o políticos.Además de numerosos atracos a entidades bancarias, la rama político-militar de ETA protagonizó el 31 de octubre de 1978, en Sestao (Vizcaya), un atraco de 32 millones de pesetas en una factoría de la empresa General Eléctrica Española. El 5 de mayo de 1979, cuatro asaltantes de ETApm se apoderaron de unos veinte millones de pesetas en el Hogar del Pensionista, propiedad de la Caja de Ahorros de Asturias, situado en la plaza de la Catedral, de Oviedo.

También en Oviedo se produjo, el lunes día 9 de julio de 1979, uno de los mayores atracos bancarios perpetrados en España, al apoderarse de 130 millones de pesetas en el Banco Herrero, de Oviedo, un comando de ETApm integrado por ocho hombres y dos mujeres.

Robos de armas y explosivos

Además de atracos con fines económicos, ETApm ha realizado una serie de robos de armas y explosivos, entre los que destaca el perpetrado en marzo de 1979 en el almacén de una armería en las afueras de Pamplona, en el que un comando armado compuesto por cinco personas se apoderó de 985 kilos de goma 2.En esta línea de provisión de armamento se inscribe el frustrado asalto al cuartel de Cazadores de Montaña Cataluña IV, de Berga (Barcelona), donde el 16 de noviembre de 1980 ETApm pretendía apoderarse de 150 fusiles cetme. En esa misma fecha, otro comando de la organización irrumpió en las dependencias de la Jefatura del Sector Aéreo de Vascongadas, en San Sebastián, y, tras reducir a los suboficiales y sol dados que allí se encontraban, se apoderó de varios cetme y una pistola.

Además de los secuestros pura mente políticos llevados a cabo por ETApm, y siempre reivindica dos tempranamente, las siglas de esta organización han aparecido vinculadas a los casos Serra, Abréu y Suñer, en los que el móvil fue de tipo económico.

El 31 de mayo de 1980, el empresario catalán Jesús Serra Santamans, que había sido secuestra do en Barcelona 65 días antes, era liberado en las afueras de un pueblo de los Monegros, en Huesca. Los poli-milis no se reconocieron responsables oficialmente del secuestro, si bien su autoría parece confirmada. Se especuló entonces con el pago de un rescate de 150 millones de pesetas.

Tampoco ETApm reivindicó nunca el secuestro del financiero cubano Pedro Abréu, liberado el 6 de noviembre de 1980 tras seis se manas y tres días en poder de sus captores. Nada se ha esclarecido todavía sobre el caso, aunque la Policía se lo atribuye a ETApm.

El secuestro más largo fue el sufrido por el industrial valenciano Luis Suñer, que permaneció en poder de sus secuestradores durante tres meses, y por el que su familia pagó la cantidad de 325 millones de pesetas como rescate.