El Gobierno vasco conmina a los secuestradores del industrial José Lipperheide a que respeten su vida
El Gobierno de Euskadi pidió ayer al pueblo vasco que no ceda ante la intimidación y el chantaje y advirtió a los secuestradores que si no respetan la integridad física de José Lipperheide "arrojarán a la inmensa mayoría del pueblo vasco un reto al que las fuerzas políticas y sociales del país, y su Gobierno al frente, responderán con la mayor rotundidad".
Transcurridos ocho días desde el secuestro del industrial José Lipperheide parece casi seguro que ETAm se limitará a exigir un fuerte rescate por la liberación del industrial y no reclamará, al mismo tiempo, contrapartidas de carácter político. Precisamente uno de los hijos del empresario declaró ayer que todavía no han elegido a una persona para que negocie con los secuestradores."Hay que señalar una vez más", afirma el Gobierno vasco en su escrito, "que es una contradicción reclamar, por un lado, la amnistía y el cese de todo tipo de represión, cuando, por otro lado, se somete a ciudadanos vascos y a sus familiares a la tortura moral de la intimidación y, en casos como en el del actual secuestro, se violan los derechos más elementales de la persona".
Al referirse al denominado "impuesto revolucionario", el Ejecutivo vasco hace un llamamiento "muy especial" a las personas que se han visto afectadas por este tipo de extorsión "para que mantengan su entereza en estos momentos difíciles", al tiempo que apela a todas las fuerzas políticas y sociales y a las instituciones más representativas" para que transmitan a los ciudadanos vascos la conciencia exacta de las gravísimas consecuencias sociales, y económicas en particular, que reportan al país la violencia y la extorsión, de forma que nadie, absolutamente nadie, contribuya a recrudecer el ejercicio de la violencia, cediendo ante las exigencias de quienes la practican".
José Antonio Lipperheide, hijo del secuestrado, declaró ayer a los informadores que la familia "espera noticias de los secuestradores comunicando qué es lo que quieren". Mantuvo una reserva casi absoluta con respecto a las gestiones que realiza la familia para ponerse en contacto con los secuestradores, y como fruto de las cuales parece que se habría abierto una vía de diálogo con aquéllos. "Tenemos esperanza en las gestiones que creemos se están realizando", dijo de forma lacónica.
Se le preguntó al portavoz de la familia Lipperheide si tenía noticias de que un emisario del PNV había fracasado en su intento de tomar contacto con ETAm para conocer el talante y las exigencias de los secuestradores. "Prefiero", contestó, "no conocer los métodos, sino simplemente los resultados de las gestiones. De todas formas, eso deben preguntárselo ustedes al PNV. No quiero pecar de indiscreto".
Dispuesteis a ser canjeados
Ante la insistencia de los periodistas en saber si la familia estaría dispuesta a pagar un rescate para conseguir la libertad de José Lipperheide., su hijo afirmó: "Estamos dispuestos hasta a canjearnos por nuestro padre, dada la preocupación que tenemos por su salud. Estamos dispuestos a lo que sea. El nos importa. más que nuestra propia persona". En este contexto, recordó que su padre les había comentado, en una ocasión que no pagasen ni un céntimo por él en el caso de que fuera secuestrado.
Se mostró José Antonio Lipperheide preocupado por el estado de salud de su padre ante la eventualidad de un largo secuestro. "El médico de cabecera ha diagnosticado que tiene un organismo bastante quebrantado que corresponde a una persona bastante más avanzada de edad que la que tiene mi padre, al que se le puede considerar un anciano". Recordó que el secuestrado tiene, "aparte de una afección hepática crónica, restos de dolencias en la cadera y columna vertebral y los achaques propios de un hombre de 76 años". "En invierno, su salud empeora notablemente. Por ello, su actual estado depende del lugar en donde esté encerrado y las condiciones en que viva".
Por su parte, la policía mantiene un riguroso mutismo en torno a sus investigaciones. Para apoyar las acciones policiales, y según informaciones procedentes de Madrid, se asegura que sesenta miembros de la Brigada Central de Información -que vienen a suponer la mitad de los efectivos del cuerpo especial- han sido trasladados al País Vasco, donde están actuando ya a las órdenes directas del Mando Unificado para la Lucha Antiterrorista.
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