Un ligero chispazo sin trascendencia

Unas ligeras subidas, causadas casi exclusivamente por los valores eléctricos, han servido para que los índices de las bolsas españolas, en la sesión de ayer, hayan conseguido situarse sólo a. unas centésimas por debajo del mágico 100 con que empezaron el año. Madrid cerró a 99,33; Barcelona, a 98,75; Bilbao, a 99,79, y Valencia, a 99,39.Se habla de una reacción técnica debida a los fuertes descensos del primer día del año, aunque los especialistas no descartan la posibilidad de que se estén creando las condiciones para una recuperación más estable a medio plazo. De todas formas, la inexistente actividad del mercado hace poco representativa esta leve mejoría, ya que las bolsas continúan presididas por la ausencia de negocio.

Las eléctricas se han convertido en el único corro que ha vivido cierta animación, sin duda debido a los rumores de una pròxima subida de las tarifas -se decía en torno al 18%, aunque posteriormente se aclaró que ésta no sería de tanta magnitud-. Iberduero mejoró tres puntos, uno Cantábrico y un cuarto Hidroelétrica Española y Sevillana, aunque FENOSA y Unión Eléctrica perdieron medio punto cada una y FECSA repitió cambio.

Los bancos, por su parte, se han limitado mayoritariamente a mantenerse en el terreno de las repeticiones, como ha sucedido en el Bilbao, Central, Hispano, Santander, Vizcaya, Fomento, Pastor y Urquijo -aunque cabe destacar la pérdida de seis enteros en Popular y cuatro en Guipuzcoano-, terminando con una ligera y poco representativa pérdida de trece centésimas.

Las compensaciones han funcionado en términos generales, lo que ha originado cierto equilibrio en el resultado final del rnercado, aunque continúe claramente el comportamiento irregular con que comenzó la primera semana del año.

En Barcelona, por su parte, el siderometalúrgico, el textil y el papelero han sido los sectores que han registrado una mejor disposición y donde algunos valores de primera línea han visto avanzar sus cotizaciones de manera importante. Las eléctricas han terminado con cambios irregulares, que se han centrado en unos pocos valores que han mejorado algo sus posiciones anteriores.

Este comportamiento no ha asido secundado por la Bolsa de Bilbao, donde, al igual que en Madrid, las eléctricas han sido las únicas en mantener cierta animación, en una jornada presidida por la falta de público asistente.

En Valencia, finalmente, se apreció cierto optimismo, a pesar de las escasas operaciones -solamente veintiocho valores contratados en la sesión de ayer-, especialmente en el sector químico y, nuevamente, en el eléctrico.

Aunque el inicio de un nuevo año nunca estimula demasiado a la Bolsa, habida cuenta de la pérdida de los alicientes fiscales, lo cierto es que la actual atonía del mercado es reflejo de la atonía inversora a nivel más global. Las cuatro bolsas españolas aún no se han recuperado del paréntesis navideño. Habrá que esperar al término del período vacacional de Reyes, ya en la segunda semana de enero, para poder apreciar con mayor precisión por dónde se decanta el mercado, que no tiene visos de romper una tendencia repleta de apatía, aburrimiento e incluso de falta de asistencia física a los centros de contratación.