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Joven violada, culpable de "negligencia contributiva" según un juez londinense

Andrés Ortega

Las organizaciones británicas de defensa de los derechos de la mujer y la Federación de la Policía protestaron ayer contra la decisión de un juez de poner en libertad con una multa a un culpable de un delito de violación de una joven de diecisiete años. Según el juez Bertrand Richards, la víctima «fue culpable de negligencia contributiva» por hacer auto-stop de noche.John Allen, de 33 años de edad, cogió una noche a la joven en auto-stop, queriendo, evidentemente, tener relaciones sexuales con ella. La joven se negó, pero el conductor del coche la obligó a bajarse los pantalones y a copular con él. La joven, cuyo nombre no ha sido publicado, al ser menor de edad, tuvo posteriormente una crisis.

En el tribunal de Ipswich, Allen negó en un principio su culpabilidad, pero cuando la joven, al declarar, rompió en llantos, éste aceptó haber cometido el delito. Tras la decisión del juez salió en libertad habiendo pagado una multa de 2.000 libras (360.000 pesetas).

Un portavoz de la Asociación de Mujeres contra la Violación señaló que la sentencia del juez significaba que «una joven no ha podido disponer de la protección de la ley porque estaba haciendo auto-stop. Sus comentarios sólo pueden servir para empujar a la gente a cometer violaciones». El juez negó esta interpretación de los hechos, señalando que con su conducta -es decir, haciendo auto-stop de noche- la joven había, negligentemente, contribuido al delito.

La sentencia del juez no es común en la historia jurídica británica, pues los violadores suelen ser condenados a prisión. Por otra parte, según algunos expertos, el concepto de negligencia contributiva no tiene ningún valor en la ley de violaciones. La sentencia ha sido duramente criticada por la Prensa británica. El Daily Express consideraba ayer que la violación es tradicionalmente considerada como sólo segunda al asesinato, mientras que el diario amarillista The Sun opinaba que las jóvenes auto-stopistas, como todas las mujeres, deberían recibir la protección de los tribunales.

El caso, sin duda, no se cerrará aquí. Los padres de la joven recurrirán contra la sentencia por un delito que de hecho obligó a su hija a cancelar su próxima boda y a pasar dos meses en un hospital para curarse sus nervios.

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