26 heridos y vientos de 120 kilómetros en Valladolid

Vientos huracanados que llegaron a alcanzar a las 13.30 horas más de 120 kilómetros/hora ocasionaron en Valladolid veintiséis heridos, uno de ellos grave; produjeron numerosos cortes de tráfico en calles y carreteras y derrumbaron vallas, comisas, antenas y árboles. El vendaval dejó durante algún tiempo sin suministro eléctrico a parte de Madrid y a algunas zonas de Extremadura y Andalucía, ya que dio lugar a disparos de tensión en la subestación de La Mudarra, uno de los principales centros de distribución eléctrica de España.El ingeniero jefe de este organismo aseguró que durante la mañana se produjeron veinte caídas de tensión en lared de 400.000 voltios que va desde La Mudarra, situada a veinte kilómetros de Valladolid, hacia el sur del país. Todos los equipos disponibles de Unión Eléctrica fueron movilizados para tratar de superar estas deficiencias originadas por el viento transversal, que provocaba contactos entre los cables. Los problemas tardaron algunas horas en resolverse. Varias localidades de la provincia de Valladolid vieron también interrumpido el suministro eléctrico al derribar el viento un poste de hormigón entre Olmedo y Medina del Campo, y otro en las cercanías de Tordesillas.

La fuerza del temporal y los continuos accidentes sembraron la alarma en Valladolid. Alrededor de las 15.30 horas, el Servicio Provincial de Protección Civil llamó a los voluntarios para atender las emergencias, ya que los bomberos, la Policía Municipal y las fuerzas del orden no podían atender ya todas las peticiones. Protección Civil organizó también una amplia red de comunicaciones montada por radioaficionados para conocer las necesidades y transmitir las correspondientes solicitudes a los bomberos y a los servicios de reparaciones eléctricas, puesto que las centralitas de estos centros quedaron bloqueadas.

De los veintiséis heridos, que fueron atendidos en la Casa de Socorro, residencia sanitaria y hospital Clínico, cuatro permanecen todavía ingresados, aunque sólo uno se halla en estado grave. Se trata de una religiosa, a quien le cayó encima una chimenea. Todos los accidentados lo fueron por desprendimientos de comisas, antenas de televisión, tapias y vidrieras. En muchos casos estos derribos se produjeron en zonas céntricas y muy transitadas, lo que pudo haber dado lugar a una catástrofe de graves consecuencias. Afortunadamente, la mayor parte de los desprendimientos no dañaron a persona alguna, aunque produjeron pérdidas materiales considerables. El temporal afectó asimismo a los servicios telegráficos y telefónicos, y cortó la comunicación telegráfica entre Valladolid y Madrid durante hora y media.

El gobernador civil de Valladolid sufrió también los efectos del vendaval. El coche en que viajaba junto al delegado de Cultura, para asistir a una comida con los periodistas, resultó alcanzado por una piedra, que rompió el parabrisas. Román Ledesma se vio obligado a realizar auto-stop y fue recogido por varios informadores.

Alrededor de las siete de la tarde, la velocidad del viento había descendido hasta treinta kilómetros/hora, aunque algunas ráfagas llegaban a los sesenta, la situación tendía a normalizarse.