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Fernando Abril pide a los socialistas sus votos en el Parlamento y el abandono de las posiciones nacionalistas

Unión de Centro Democrático (UCD) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se despidieron ayer del año político con sendas conferencias de Prensa, en las que se imputaron mutuamente la ruptura de los pactos autonómicos en relación con el Estatuto valenciano, modificado el martes pasado por la Comisión Constitucional del Congreso, con los votos centristas y de Coalición Democrática. Alfonso Guerra aseguró que el PSOE mantendrá los pactos autonómicos y se asombró de que Calvo Sotelo no hubiera parado a Fernando Abril, quien, por su parte, pidió que los socialistas avancen un paso más en su maduración y abandonen las posiciones nacionalistas que todavía existen en el PSOE valenciano.

La actitud mantenida por los dos pesos pesados de la política española en sus respectivos encuentros con la Prensa fue diametralmente opuesta, pero en ambos casos cargada de agresividad contra el partido contrincante. Mientras que Guerra abundó en las descalificaciones personales -llamó zascandil a Abril, a quien atribuyó una patada en la espinilla a Calvo Sotelo, hombre indeciso, que repiensa, pero no hace, Abril se esforzó en mostrarse comprensivo con los partidos de izquierda e invitó al PSOE a reflexionar sobre la conveniencia de un sano regionalismo y el abandono de los rasgos nacionalistas que perduran en el socialismo valenciano. Guerra acusó a UCD de falta de ética política y de jugar electoralmente con el dinero público. «Las elecciones anticipadas son seguras, porque acaban de subir las pensiones», dijo.Fernando Abril dirigió sus dardos hacia el problema del PSOE valenciano, en el que, según dijo, ante los intentos de armonización autonómica, «rechinan los elementos nacionalistas», de forma similar a lo que ocurre en el PSOE catalán. Dijo apreciar los esfuerzos de maduración de los partidos de izquierda durante la transición y recordó que el propio Felipe González ha pedido en alguna ocasión comprensión para el síndrome de acumulación ideológica padecido por los partidos que tuvieron que luchar por la democracia en la clandestinidad.

En un breve recordatorio de los esfuerzos de maduración realizados por los socialistas valencianos, Abril se refirió a la aceptación de la franja azul en la bandera en las elecciones municipales y legislativas de 1979, tras haberla calificado de fascista durante 1977 y 1978, y a la separación de la conmemoración de la fiesta del 25 de abril en 1980 y 1981, uniéndose en cambio a la del 9 de octubre, lo cual valoró como positivo, porque se pasaba de conmemorar una derrota (la de la batalla de Almansa) a celebrar una victoria (la entrada de Jaime I el Conquistador en el Reino de Valencia). «Hay que impulsar ese proceso», manifestó Abril, para quien, aunque no lo mencionó, está presente la próxima celebración, a mediados de enero, del congreso del PSOE valenciano, en el que podría producir impacto la situación del proyecto de Estatuto.

Según Lerma, no habrá desgarro en el PSOE

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Preguntado por los posibles desgarramientos que podrían producirse en el PSOE valenciano, el secretario general de este partido, Joan Lerma, que junto a la secretaria de política autonómica, María Izquierdo, acompañaba a Alfonso Guerra en la conferencia de Prensa socialista, declaró que se tratará de un tema más de los muchos que ocuparán el congreso, y que, la actitud centrista no constituye una sorpresa. Reafirmó que el PSOE no volverá a las posiciones iniciales, sino que se mantendrá en los acuerdos de Benicasim. Aceptó que ahora el sector nacionalista del partido se sentirá más herido, pero aseguró que el problema planteado por UCD afecta por igual a todo el PSOE. Alfonso Guerra puntualizó por su parte que la actitud centrista, si encona el congreso socialista, será contra el Gobierno.

Guerra y Lerma recordaron que fue UCD la que modificó los iniciales acuerdos de los ayuntamientos valencianos en favor de la vía del artículo 151 de la Constitución, y que posteriormente se negaron a someter los motivos de desacuerdo con el proyecto de estatuto a la asamblea de Benicasim, en donde se hubiera resuelto en favor de la izquierda, y los replantearon en la Comisión Constitucional, contando con la mayoría que les prestan los votos de Coalición Democrática (CD). La conclusión de Guerra es que el Gobierno no cumple la política de Estado a la que se ha comprometido, con lo que ni siquiera se beneficiará UCD, sino CD. Según se anunció, María Izquierdo prepara un documento en el que se detallarán los incumplimientos de los pactos autonómicos en que ha incurrido UCD en la tramitación del Estatuto valenciano.

El diputado centrista y secretario de Estado de Política Territorial, Juan Manuel Reol -que acompañaba a Fernando Abril en la conferencia de Prensa, junto al senador y secretario de Estado para las Autonomías, Manuel Broseta, y al diputado José Ramón Pin-, contestó a estas acusaciones retando al PSOE a que mostrara un solo punto en el que no se hubieran cumplido los pactos autonómicos, e insistió en que «el PSOE nos quiere transferir a nivel nacional las tensiones que tiene a nivel valenciano». Dijo que en la Comisión Constitucional los socialistas votaron contra las competencias estatutarias en Benicasim.

Manuel Broseta, que participó en la elaboración de los pactos autonómicos, certificó a su vez que no había sido conculcado ni un solo punto de los mismos. Y añadió: «Quien incumplió los pactos fue el PSOE, porque cuando se firmaron los acuerdos autonómicos se convino en que a los proyectos de estatuto ya aprobados se le presentaran enmiendas de adaptación, y el PSOE no ha formulado ni una sola, mientras UCD sí». Dijo que la descripción que en los pactos se hace del Reino de Valencia como País Valenciano es consecuencia de la denominación legal en ese momento, pero que no prejuzgaba la definitiva.

Fernando Abril resumió la posición centrista señalando que el compromiso es imprescindible, pero que «a quien corresponde dar un paso más es al PSOE, que debe dejarse de complejos y de convivencias excesivas con sus sectores nacionalistas y no impedir la autonomía valenciana mediante su voto en contra o su abstención en la votación global del Estatuto como ley orgánica».

Muñoz Peirats: "Han ganado CD y la extrema derecha"

Frente a estas afirmaciones tajantes, sectores centristas han señalado que no debe hacerse un triunfo personal de un tema tan serio como el Estatuto de Autonomía valenciano. Asimismo, el diputado centrista valenciano Joaquín Muñoz Peirats, que se negó a formar parte de la Comisión Constitucional que dictaminó el Estatuto, declaró a EL PAÍS que «no se han cumplido los pactos autonómicos ni tampoco los acuerdos parlamentarios en Benicasim y Peñíscola», y que electoralmente «han ganado CD y la extrema derecha. Es increíble», añadió, «que personas que se definen como progresistas vayan en estos lances más allá que la extrema derecha». Expresó su esperanza de que el Estatuto valenciano sea rectificado en los próximos trámites parlamentarios.

Por su parte, Acción Democrática, tras la reunión celebrada ayer en Alicante por las tres juntas provinciales de este partido en Valencia, ratificó la postura de Luis Berenguer de no votar el dictamen de la Comisión Constitucional, según informa nuestra corresponsal Mari Carmen Raneda.

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