Calvo Sotelo promete intensificar la cooperación de España con Guinea Ecuatorial
El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, expresó ayer el compromiso de España para colaborar más expresamente en el proceso de reconstrucción nacional que vive Guinea Ecuatorial. El viaje de Calvo Sotelo a este pequeño país, ex colonia española, tiene como objetivo principal consolidar la cooperación hispano-guineana, en la que España lleva gastada en diferentes formas de colaboración una cifra cercana a los 16.000 millones de pesetas.
«España no ha permanecido ajena al esfuerzo de reconstrucción nacional realizado y desea contribuir aún con más eficacia a ese empeño», dijo Calvo Sotelo, en un brindis durante la cena oficial que le ofreció anoche el presidente guineano, coronel Teodoro Obiang Ngema. «Esa es la principal razón de mi presencia aquí. En estos dos últimos meses, hemos replanteado nuestra cooperación, asentándola sobre bases aún más sólidas, que auguran un futuro próximo prometedor», añadió Calvo Sotelo.Pero esa impresión de optimismo transmitida por el presidente del Gobierno español ante el jefe del Estado guineano no es la que ofrecen muchos cooperantes españoles bien avalados por su experiencia, por el tiempo que llevan viviendo allí y por su contacto con la realidad guineana.
A pesar de las buenas palabras y las promesas oficiales, la impresión recogida por EL PAIS entre varios cooperantes y fuentes hispano-guineanas solventes es que esta rápido viaje de Calvo Sotelo a Guinea Ecuatorial, donde permanecerá apenas veinticuatro horas, parece otro «viaje soteriológico». Otro viaje salvador, de los que periódicamente contemplan los 450 cooperantes cuando una alta personalidad española viaja a Guinea.
El pesimismo de los citados medios españoles se fundamenta en los lentos resultados prácticos de su labor y de la ayuda española, en parte por una política «excesivamente optimista desde Madrid», y en parte por la ineficacia, cuando no boicoteo, de algunos sectores guineanos. Tales sectores, relacionados con el clan de Mongomo, se fueron colocando estratégicamente durante el mandato de Macías.
Con la esperanza de que tales deficiencias, graves y estructurales, de la cooperación española se solucionen, viajó Calvo Sotelo a Guinea. Para ello tendrían que ponerse en práctica algunos puntos del convenio de amistad y cooperación hispano-guineano, aprobado por el Congreso de los Diputados y que contempla el nombramiento de una comisión de seguimiento y control de la ayuda española. Esa comisión debe ser la encargada de controlar el gasto público, el uso de los fondos y la ordenación económica de la ayuda española, y sin cuyo aval tal ayuda no se puede utilizar. Eso supondría, a juicio de los cooperantes españoles en este país, una puesta en marcha seria y efectiva de planes concretos.
El presidente del Gobierno español dijo ayer a una representación de estos integrantes que se va a profundizar en la cooperación hispano-guineana, y dentro de cuatro meses el propio presidente Obiang visitará España para hacer un balance de esta etapa.
El pesimismo en tomo al estado de la cooperación hispano-guineana tampoco ha mejorado tras el último reajuste llevado a cabo a primeros de este mes por el coronel Obiang Nguema.
Calvo Sotelo hará hoy un viaje de cuatro horas a Bata, capital de la Guinea continental, y regresará a Madrid a primera hora de la tarde.
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