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La Liga Arabe solicita la mediación española ante Reagan sobre el conflicto de Oriente Próximo

El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, continuó ayer su visita oficial a Tunicia, marcada por varios contactos políticos y una serie de visitas turístico-culturales a los abundantes vestigios cartagineses y romanos, al aire libre y en los museos de la ciudad. La actividad política del viaje comenzó con una visita al anciano presidente de la República tunecina, Habib Burguiba, padre de la independencia de este país, en 1956, y arquitecto del esquema político que hace de Tunicia, quizá, el país que más se acerca a la concepción europea de un sistema democrático. El secretario general de la Liga Arabe, Chadli Klibi, en una entrevista posterior, abogó por una mediación española ante la Administración Reagan en el conflicto de Oriente Próximo.

El jefe del Estado tunecino y el presidente del Gobierno español hicieron un repaso del estado de las relaciones bilaterales y de la actual situación internacional elogiando luego Calvo Sotelo, ante los periodistas, «el juicio claro y sereno» de Burguiba y su profundo conocimiento de la situación en el mundo árabe, y el peligroso rebrote que supone la reciente anexión por parte israelí de los altos del Golán.Calvo Sotelo, que trajo un mensaje personal del rey Juan Carlos para el anciano jefe de Estado tunecino (78 años), expresaría luego la admiración y afecto de Burguiba hacia el Monarca español, a quien conoce desde hace muchos años, cuando don Juan Carlos asistió a unos Juegos del Mediterráneo, celebrados en Túnez, y con quien mantiene regulares contactos, como con la mayoría de los líderes árabes.

El encuentro de Calvo Sotelo con el presidente Burguiba se prolongó luego durante un almuerzo, al que asistieron los miembros de la delegación española y el primer ministro y varios miembros del Gobierno tunecino.

Después de un recorrido turístico por los vestigios cartagineses y romanos en los alrededores de la capital, salpicados por una intensa lluvia que parece que vino arrastrada con el presidente del Gobierno español, Calvo Sotelo acudió a la sede de la Liga Arabe, donde mantuvo una entrevista de 45 minutos con el secretario general de este organismo, Chadli Klibi, con quien posteriormente el ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, firmó un tratado, por el que eleva al máximo rango diplomático la actual oficina de la Liga Arabe en Madrid.

El secretario general Klibi ofreció un simbólico «abrazo fraternal de la nación árabe a España», y destacó públicamente el importante papel que juega España en Europa en favor de la causa árabe.

El secretario general de la Liga Arabe pidió, al parecer, a Calvo Sotelo que el Gobierno español, como país amigo, respetado y con buen acceso en las causas de la nación árabe, explique a Estados Unidos la profunda preocupación de los sectores más moderados árabes por el insistente apoyo de Washington a los atropellos israelíes en Oriente Próximo, situación que supone que «el tiempo trabaje a favor de la Unión Soviética» en esta estratégica región geopolítica, con inmediatas repercusiones para el norte de Africa y la región del golfo Pérsico.

Colaboración e intercambios comerciales

Los contactos de Calvo Sotelo con las autoridades tunecinas acabaron anoche, después de una recepción a varios ministros del área económica del Gobierno, entre ellos el de Economía Nacional, Abdelaziz Lagram; el del Plan de Desarrollo y Finanzas, Mansour Moalla, y el de Agricultura, Cassaad Ben Osman. De esta última reunión saldrá probablemente una serie de fechas sobre próximos encuentros interministeriales entre los dos países, y la revisión y puesta en práctica de proyectos concretos y de colaboración e intercambios comerciales.El presidente del Gobierno español cerró el carácter oficial de su visita a Tunicia con una cena ofrecida a su colega Mohamed Mzali. Calvo Sotelo, que hoy hará turismo, proseguirá mañana, lunes, a primera hora, viaje a la capital de Guinea Ecuatorial, donde permanecerá poco más de veinticuatro horas, para regresar a Madrid el martes por la noche.

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