Los "estados de opinión" de algunos regimientos de Madrid reflejan coincidencia con el "manifiesto de los cien"

Alberto Oliart, ministro de Defensa, recibió ayer la adhesión y el apoyo del Grupo Parlamentario Centrista del Congreso por la gestión que está realizando. Según manifestó Jaime Lamo de Espinosa, portavoz de UCD, de la intervención del ministro se dedujo que existe una gran tranquilidad en el Ejército. En contraste, informaciones facilitadas a EL PAIS sobre los estados de opinión en algunos regimientos reflejan solidaridad con el contenido del manifiesto de los cien y al menos un jefe ha perdido su destino, quedando disponible por adherirse formalmente al mismo documento.

Alberto Oliart se incorporó a la reunión del Grupo Centrista pasadas las doce de la mañana, acompañado del presidente de la Comisión de Defensa del Congreso y miembro del consejo de dirección del grupo Guillermo Medina.Según el ministro, el objeto de su comparecencia fue informar de los proyectos que su departamento piensa presentar a la Cámara y de los que actualmente se están tramitando. Los periodistas quedaron sorprendidos cuando Oliart les aseguró que los miembros del Grupo Parlamentario Centrista no le habían planteado cuestiones relativas a la actual situación militar, ni al llamado manifiesto de los cien ni a la llamada a Madrid del general González del Yerro, convocado por el jefe del Estado Mayor del Ejército.

Actualmente se encuentran en tramitación diversos proyectos de ley, como el relativo a la supresión del Cuerpo de Máquinas de la Armada, el de escalas y ascensos del Ejército de Tierra y el de la Escala Básica de Suboficiales, también del Ejército de Tierra. Según se ha sabido, el ministro también se refirió a otros dos proyectos: uno, sobre modernización de las Fuerzas Armadas, y otro, sobre las plantillas de cada uno de los Ejércitos.

La información oficial no aporta más detalles. Nada dice, por ejemplo, del proyecto de régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas que debería haberse remitido al Congreso antes de junio de 1981, según obligaba la disposición adicional segunda de la ley de Reforma del Código de Justicia Militar. También la disposición final segunda de las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas establece que «el Gobierno deberá dictar las normas de desarrollo relativas al ejercicio de deberes y derechos individuales en el plazo de tres meses a partir de la entrada en vigor de dicha ley», que fue sancionada por el Rey el 28 de diciembre de 1978. Tampoco se conoce que el tema haya sido tratado en la citada reunión del ministro con los parlamentarios de su grupo.

En cuanto al manifiesto de los cien, una orden fechada el 11 de diciembre con la firma del capitán general de la VII Región Militar, Alvaro Lacalle Leloup, y publicada en el Diario Oficial del Ejército, dispuso el cese en su destino, en el Regimiento Santiago número 1 de Salamanca, y pase a la situación de disponible forzoso del teniente coronel de Caballería Tomás Almazán Lastieri. Según Diario 16, la medida ha sido adoptada en respuesta jerárquica a la adhesión que el mencionado jefe prestó al manifiesto, contraviniendo las indicaciones de la Junta de Jefes de Estado Mayor.

Los "estados de opinión"

Algunos Informes han permitido conocer a EL PAIS las líneas generales de los estados de opinión que desde el mando de algunos regimientos de la I Región Militar han sido remitidos a la superioridad. En síntesis manifiestan una sintonía con el fondo del documento y explican que en el ánimo de los oficiales estaba el hecho de que no se hubiera sancionado los ultrajes de la manifestación de La Coruña, que, a su juicio, provocaron la intervención de la Policía Militar.

Uno de estos estados de opinión, del que se pide el inmediato traslado a la superioridad, se sintetizaba en cinco puntos:

1. Acuerdo con la mayor parte del contenido del manifiesto y mención de anteriores estados de opinión en los que se manifestaban sentimientos análogos.

2. Abstención sobre el procedimiento para la redacción del manifiesto y la recogida de las firmas que lo suscribieron.

3. Sugerencia de que con la misma rapidez con que se ha actuado contra los firmantes del manifiesto se proceda contra los medios de comunicación social. Al mismo tiempo que consideran inadmisibles algunas declaraciones de líderes políticos.

4. Consideración de que existe una campaña adversa a las Fuerzas Armadas, en la que estiman comprometidos a Diario 16, EL PAIS, la SER y Televisión Española.

5. Advertencia sobre la preocupación que les produce que el derecho a la libertad de expresión rebase lo dispuesto en la Constitución y en las Reales Ordenanzas.

La elaboración de estos estados de opinión es responsabilidad del mando de los regimientos. No responde a ningún procedimiento estadístico ni resulta de la realización de sondeos o encuestas donde se pulse libremente el sentir de los cuadros de mando. En realidad sería más correcto hablar de que los estados de opinión reflejan la composición de lugar que de ellos se hace el coronel que lo suscribe.

Por tratarse de un tema candente, parece ser que en esta ocasión en algunas unidades el mando ha dado lectura a los documentos en que ha creído ver sintetizada la opinión de jefes y oficiales, una vez convocados los mismos. Pero en ningún caso se ha solicitado la aprobación de su contenido, respecto del cual hay numerosas y abiertas discrepancias.