Comienzan en Madrid las I Jornadas sobre Juventud y Municipios
Todos aquellos problemas relacionados con la juventud, así como sus posibles soluciones, van a ser abordados hoy, viernes, y mañana, sábado, en las I Jornadas sobre Juventud y Municipios organizadas por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), para las que está prevista la asistencia de un centenar de participantes. Las sesiones se celebrarán en los locales de la calle de Santa Engracia, 7.
Manuel Soto, alcalde de Vigo y miembro de la comisión ejecutiva de la FEMP, explicó en una conferencia de Prensa celebrada ayer que los temas más importantes recogidos en el orden del día de las jornadas son el establecimiento de unos criterios mínimos para negociar con el Gobierno el traspaso del patrimonio de la juventud a las corporaciones locales, estudiar las formas de colaboración con la Dirección General de la Juventud para la realización de un plan conjunto de actuación y fijar los presupuestos necesarios para la realización de este programa.En el tema concreto del patrimonio de la juventud, y en el que se incluyen todas aquellas instalaciones procedentes de la extinguida Secretaría General del Movimiento, el alcalde de Leganés, Ramón Espinar, informó de que tanto por parte del vicepresidente, Rodolfo Martín Villa, como por la del anterior titular del Ministerio de Cultura, Iñigo Cavero, se había llegado a un acuerdo de base para que este patrimonio pase a depender de las administraciones locales. "Nosotros consideramos que la transferencia de ese patrimonio", añadió Espinar, "debe ir acompañada de medidas económicas que garanticen su mantenimiento. Los ayuntamientos no están en condiciones de afrontar gastos para acondicionar unas instalaciones que, en muchos casos, requerirán importantes inversiones. En este punto es en el que deberemos de llegar a un acuerdo con la Administración Central, porque a ninguno nos interesa disponer de instalaciones encaminadas a perecer".
El ocio, segundo problema de la juventud
Ramón Espinar informó de que, a la vista de los trabajos previos elaborados por las distintas comisiones, el principal problema que afecta a la gente joven es el paro. "La desocupación laboral juvenil es enormemente preocupante", dijo, "y en ese sentido creo que tanto el Gobierno como los ayuntamientos debemos de establecer un plan de actuación conjunta por el que, de alguna manera, se consiga mitigar el paro juvenil. Cada vez son más los jóvenes que terminan sus estudios y no encuentran dónde empezar a trabajar, o los que encuentran una ocupación que no corresponde a la especialidad que han seguido. La frustración profesional que esto puede suponer es uno de los temas que, con toda seguridad, se debatirá a lo largo de estas jornadas".Despues del paro, el segundo problema que más preocupa a los organizadores de las jornadas respecto al mundo juvenil es la falta de ofertas que existen para cubrir el tiempo de ocio. Son muchos los chicos y chicas que no disponen de ninguna clase de medios con los que desarrollar actividades extralaborales y que, una vez concluido el tiempo de estudio, no encuentran nada que hacer con su tiempo libre, unos, por desorientación personal, y otros, por carencia total de medios.
Los participantes en las jornadas harán una clara diferenciación entre los problemas juveniles característicos de los que viven en un medio urbano y los que lo hacen en los pueblos.
Los resultados obtenidos en los debates celebrados durante estas I Jornadas de la Juventud serán dados a conocer al Gobierno a fin de iniciar las entrevistas necesarias para elaborar el plan de actuación conjunta y realizar la cesión del patrimonio de la juventud a los ayuntamientos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.