El tanzano Salim retira su candidatura a la secretaría general de la ONU

Salim A. Salim, ministro de Asuntos Exteriores de Tanzania, anunció ayer, en una conferencia de Prensa, que ha solicitado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que retire su nombre de las votaciones para secretario general de la Organización. Salim ha seguido de esta manera los mismos pasos del actual titular del puesto, el austriaco Kurt Waldheim, quien hizo idéntica maniobra la semana pasada, tras el sistemático veto chino.Los nombres que más suenan en los pasillos del edificio de las Naciones Unidas como candidatos de compromiso que intentarán obtener la unanimidad del Consejo de Seguridad son el peruano Javier Pérez de Cuéllar, ex embajador de su país en la ONU; el diplomático argentino Carlos Pérez de Rozas; el ministro mexicano de Asuntos Exteriores, Jorge Castañeda; el secretario general de la Commonwealth, el guyanés Shridath Rampal, y el ex alto comisionado de la ONU para Cuestiones de Refugiados, el príncipe de nacionalidad iraní Sadrudin Aga Khan.

Tanto Kurt Waldheim como Salim A. Salim han utilizado la argucia legal de retirar su nombre de posteriores votaciones a secretario general para hacer posible, dado el punto muerto existente, que otros aspirantes presenten sus candidaturas. Sin embargo, igual el austriaco que el tanzano, siguen aspirando a ser designados para ocupar el cargo en los próximos cinco años, en virtud de un compromiso de última hora entre losrmiembros del Consejo de Seguridad de la ONU.

El austriaco Kurt Waldheim, que ya lleva diez años como secretario general de las Naciones Unidas y, de ver cumplidos sus deseos, se convertiría en el primer hombre que ocupa el cargo durante más de una década, dejó implícito al retirar su candidatura que con ello no se retira de la carrera. Salim A. Salim fue aún más lejos, e indicó expresamente su intención de seguir luchando por el puesto.

Para ser elegido secretario general hace falta obtener, por lo menos, nueve votos de los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y que ninguna de las cinco potencias, (Francia, el Reino Unido, Estados Unidos, China y la Unión Soviética) con posibilidad de hacerlo ejerzan el derecho de veto.