La lluvia y el antigranizo

En el diario de su dirección correspondiente al pasado domingo día 15, y en un reportaje firmado por don Alfredo Relaño y don Antonio Gabriel referido a la sequía y sus consecuencias, se recogen unas declaraciones de don Mauro Muñoz Cano, de Pozuelo de Calatrava, de esta provincia, y en relación con la Red de Lucha Antigranizo, inexactas y perjudiciales para una actividad de las cámaras agrarias que viene avalada por su funcionamiento, iniciado en 1974.Exactamente es en relación con el parato: Este parato, así lo denomina el señor Muñoz Cano, es un generador Dessens, de los que a este fin se emplean en la mayoría de los sistemas de lucha antigranizo en el mundo, excepción de los más perfeccionados de la URSS mediante misiles, o en Estados Unidos con aviones; pero que en definitiva ambos sistemas consisten en situar en la atmósfera núcleos glaciógenos artificiales de yoduro de plata; justo el mismo producto que se utiliza para conseguir la lluvia artificial.

Culpar al parato de que no llueva es absurdo, pues desde 1974, como queda reflejado, sí ha llovido y, ¿por qué no llueve tampoco en zonas donde no existe?

Hace también otra aseveración sorprendentemente compartida, al menos así se refleja en el reportaje, por don Domingo Triguero, miembro del pleno de su cámara y del de esta provincial, que aprueban los presupuestos, que los agricultores pagan la lucha antigranizo y el seguro de pedrisco, cierto, pero a medias, que es la peor de las mentiras: desde 1974, siempre hemos de partir de esta fecha, hasta el año 1981, el actual, el seguro de pedrisco en viñedo no era muy bien aceptado por las compañías de seguros. Ha tenido que promulgarse la ley de Seguros Agrarios para que se acepte, y así, en esta campaña, se ha cubierto, a través de la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados, SA.

Lo que sí es totalmente cierto es que en base a la existencia de la Red de Lucha Antigranizo y su efectividad probada, las primas de cobertura de este riesgo son sensiblemente más bajas en aquellos términos municipales donde la red existe y funciona. Ejemplo: en el propio Pozuelo de Calatrava, el del señor Muñoz Cano, y con parato, la prima es de 1,86%; en Miguelturra, que él cita, sin integración en la red y colindante, es 4,71 %; Carrión de Calatrava, también colindante con Pozuelo, también el 4,71%; en Socuéllamos, protegido con la red, el 2,60%, y, sin embargo, Villarrobledo, colidante con éste y sin red, es 7,35%. Los números cantan, pues con la reducción de primas las propias compañías de seguros reconocen implícitamente y por qué las estadísticas de riesgos desde la fecha de funcionamiento así lo demuestran, que la posibilidad de granizada es menor y, lógicamente, las indemnizaciones también.

Nada más, señor director, y, en orden a la brevedad y, por supuesto, sin ánimo de polémica e invocación del derecho de réplica, sino en el afán de que resplandezca la verdad y no se desvirtúe una buena acción de las cámaras agrarias

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