Detenidos todos los jesuitas de la ciudad china de Shanghai

Todos los jesuitas de la ciudad más poblada de la República Popular China, Shanghai, y una decena de católicos han sido detenidos por la policía, informaron fuentes católicas de Hong Kong. Once sacerdotes jesuitas residen normalmente en Shanghai, pero, precisan las mismas fuentes, uno o dos se encontraban de viaje en el momento de la redada y es posible que hayan conseguido escapar.

La semana pasada fue anunciada en Hong Kong la detención, el 19 de noviembre, de cuatro sacerdotes católicos -tres de ellos, jesuitas- junto con otras cuatro personas. Insistentes rumores circulan también en China sobre el encarcelamiento de ciudadanos católicos en varias provincias.Uno de los religiosos detenidos el 19 de noviembre es el padre Zhu Hongshen, de 65 años de edad, que mantuvo numerosos contactos con extranjeros residentes en China a los que les aseguraba que permanecía vigilado y era víctima de molestos trámites burocráticos. Zhu Hongshen, como la mayoría de los sacerdotes detenidos, pasó veinte años de su vida en cárceles y campos de trabajos forzados, hasta su liberación en 1979.

Esta oleada de detenciones coincide con las críticas formuladas por el obispo de Cantón, miembro de la Iglesia nacional china -desvinculada de Roma y reconocida por el régimen chino- contra las visitas de los curas de Hong Kong a la China continental porque se dedican a "divulgar rumores y socavar el trabajo de la Iglesia nacional".

Según algunos observadores, estos acontecimientos ponen de relieve un endurecimiento del régimen de cara a la oposición religiosa y laica que mantiene contactos con el extranjero.

Por otra parte, uno de los principales teóricos marxistas chinos evocó el espectro de una nueva "revolución cultural" si la contestación contra el régimen de Pekín, animada por intelectuales partidarios de la liberalización, no es aplastada en China.

El texto de una conferencia pronunciada en agosto, y difundida ayer por la agencia de Prensa oficial Xinhua, por Hu Giaornu, miembro de la secretaría del Comité Central del Partido Comunista chino (PCCh), generalmente considerado como una persona muy vinculada al vicepresidente del PCCh, Deng Xiaoping, critica duramente a "algunos camaradas que revindican el principio de la democracia socialista ante la dirección del partido" o a otros que "imitan a ciegas" los modelos del mundo occidental.

"El PCCh es el único capaz de representar los intereses y la voluntad del mayor número de ciudadanos", afirmó Hu Giaomu, que reiteró las principales denuncias formuladas contra los partidarios del "liberalismo burgués".