Mariano Zufía, presidente del Tribunal de Cuentas de Navarra

Mariano Zufía Urrizalqui, parlamentario foral integrado en el Grupo Mixto, fue elegido en la noche del lunes presidente de la Cámara de Comptos, o Tribunal de Cuentas de Navarra, durante un pleno del Parlamento Foral convocado al efecto. El Tribunal de Cuentas de Navarra, el primero que entra en vigor en el nuevo Estado de las autonomías, data de 1365, si bien dejó de existir como tal en 1834.La elección de Mariano Zufía, actual secretan o federal del Partido Carlista, estuvo precedida de una situación de incertidumbre con respecto a la orientación de los votos de los grupos parlamentarlos. La ausencia en el pleno de los parlamentario de Herri Batasuna y, Amaiur, la ruptura del voto en UCD y el apoyo que Zufía recibió por parte del PSOE, PNV y Euskadiko Ezkerra, dieron como resultado la elección del parlamentarío carlista como presidente de la Cámara de Comptos.

El Parlamento Foral de Navarra había aprobado, en enero de 1980, una norma por la que se restablecía la Cámara de Comptos como institución fiscalizadora de la hacienda foral, con capacidad para controlar la gestión económica de la Diputación de Navarra (que en 1982 tendrá un presupuesto de 33.803 millones de pesetas), de los organismos y entidades dependientes de ésta, con la verificación y auditoría presupuestarias, el examen y la censura de cuentas.

Sin embargo, el Tribunal de Cuentas de Navarra es en la actualidad el principal contencioso que las comisiones de la Diputación Foral de Navarra y de la Administración del Estado mantienen en las negociaciones sobre el amejoramiento del régimen foral de la provincia. Los representantes de la Administración -cuya comisión está presidida por Martín Villa- mantienen el criterio de que el Tribunal de Cuentas es competente, según la Constitución, para ejercer un control sobre las cuentas de Navarra. Esta interpretación no es compartida por los negociadores navarros, para quienes existen fundamentos jurídicos e históricos que avalan la tesis de que las cuentas de Navarra no pueden ser fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas del Reino. Históricamente, y en materia de competencias de Navarra, nunca se aplicó en el viejo reino la legislación relativa al Tribunal de Cuentas del Reino.