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Tribuna:Me pagan por esto
Tribuna
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Las listas

Jorge M. Reverte

-Hay que averiguar quiénes han firmado la convocatoria del homenaje a Adolfo de Miguel.La mitad de la redacción se pone manos a la obra para hacer una encuesta entre los miembros de la Administración de justicia. Unos treinta magistrados y fiscales aparecen en la lista de convocantes publicada por el periódico El Alcázar. Poco a poco, los firmantes van desmintiendo su participación en un acto en favor del defensor de tres de los acusados del 23-F, ex presidente además de la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

Intentar informarse en directo sobre ello resulta imposible. Nadie responde. Los mentís se suceden mediante notas oficiales, pero ninguno de los firmantes habla con los periodistas. En el interior de la Audiencia Nacional un chisteo te llama la atención:

-Chst, chst, joven -te reclama un hombre de edad madura y canas venerables-. Para su información, algunos de los firmantes han desmentido su participación por presiones directas de la máxima autoridad.

El hombre se explica poco más,, Antes de despedirte, te lanza un aviso:

-Y tenga cuidado. En los próximos dos o tres meses se va a aplicar mano dura con una decena de periodistas. El Gobierno ha dado algunas instrucciones al respecto. Xavier Vinader es sólo el primero de la lista.

Los cataplines de Tejero. Desmoralizado por el radiante porvenir que se te presenta, acudes a una cafetería cercana para reponer fuerzas. A tu lado, dos señoras bien arregladas discuten sobre una joya de extraño formato:

-Son los cataplines de Tejero. Se los voy a regalar a mi marido para ver si toma ejemplo. Son de oro.

Se trata de la última moda en el barrio de Salamanca. Los testículos del guardia civil comienzan a ser lucidos por pudibundas jovencitas y hombres maduros.

Compensación. En la redacción, el revuelo es espectacular. La noticia de la aplicación de mano dura ya había comenzado a correr. El redactor jefe se siente en la obligación de tranquilizar a todos:

-No os preocupéis. La idea que parece presidir la caza de brujas es la de compensar ideológicamente los golpes. A cada periodista demócrata procesado le corresponderá uno de ultraderecha.

-Yo me pido a Julio Merino -dice uno.

-Y yo, a Antonio Izquierdo -dice otro, gozoso.

El silencio se hace al rato y la preocupación vuelve a los rostros, hasta que uno hace la pregunta que ronda todas las cabezas:

-Oye, y eso de la compensación, ¿quiere decir que también vamos a compartir la celda?

Sexo epistolar. Dos chicas ajenas a la redacción asisten mudas a la escena. Tienen un aire modosito y recatado, y eso te envalentona:

-Hola -dices, al tiempo que chascas los dedos-, soy periodista, ¿deseabais algo?

-Somos Celia Ribera y Lilian Goligorsky -te informan-, y escribimos cartas eróticas.

-Bueno -respondes-, la sección erótica está al completo. No creo que haya mucho que hacer.

-No. Si no buscamos trabajo. Es que nos han dado el Premio Playboy de relatos eróticos por una narración estilo epistolar. Sólo queríamos informar.

Agua y azucarillos. Tornas nota cuidadosa y pasas el turno. Más chicas. Pilar Gil y la fotógrafa Marga Clark afirman ser hermanas. Te haces el mundano y no preguntas por el cambio de apellidos. Vienen a informar sobre un festivo homenaje a la abogada Cristina Almeida, recientemente expulsada del PCE.

-Vamos a dar una copa en el Carolina, sin discursos y con marcha. Será el martes, a las nueve. La entrada es libre al módico precio de seiscientas pesetas dos copas. Queremos tanto a Almeida...

Maldices haberte colado en la puerta llevado por el afán exhibicionista. La cola de quienes llevan cosas a la redacción crece progresivamente. Un señor con gabardina y gruesas gafas de miope entrega una carta:

-Así que homenajes... -dice-. Pues éste es el mío. En la carta desarrollo la idea ya expresada por el camarada Santiago Carrillo de que los renovadores se disolverán como azucarillos en el agua.

Unanimidad. Negocias tu situación. A cambio de abandonar la puerta tienes que acudir a la presentación de un libro sobre el PSOE. Diego Armario es el autor de El triángulo: Presentan: Alfonso Guerra y Luis Gómez Llorente.

-Es un brillante reportaje, pero no estoy de acuerdo con nada -dice Gómez Llorente.

Alfonso Guerra se expresa en similares términos.

-Aquí no acaba nunca la unanimidad -comenta un socialista situado entre el público.

-Te equivocas -le responde otro-. A partir de ahora, la cosa se va a liar a modo. Ya lo verás en el congreso de la Federación Socialista Madrileña. Luis Gómez Llorente se ha decidido a desembarcar con sus huestes. Es el fin de la unanimidad. El actual secretario general, Joaquín Leguina, lo va a pasar mal.

Alfonso Guerra continúa hablando. Se refiere a los intentos de asustar a la población con la posibilidad de un golpe de Estado en el caso de que la izquierda ganara las próximas elecciones. Los fantasmas se vuelven a pasear por la sala, calentitos aún los rumores que acompañaron al 20-N.

Antonio Garrigues Walker es más optimista:

-Si los socialistas ganan las elecciones, los empresarios han de levantarse ese día sonrientes.

El redactor jefe no tiene su noche:

-Lo que no dice Garrigues es cómo tendremos que levantarnos los demás.

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