El PSOE tensa su táctica de oposición al Gobierno

La dirección del PSOE ha tensado considerablemente la cuerda de sus relaciones con el Ejecutivo, acentuando su papel de oposición en la denuncia de pactos incumplidos por el Gobierno. Medios de la dirección socialista describen el previsible final de la crisis de UCD como una operación retorno hacia situaciones más autoritarias o de clara derechización. Sin embargo, no parece que estos datos anuncien cambios esenciales en la estretegia del primer partido de la oposición.

Miembros de la ejecutiva del PSOE manifestaron ayer a EL PAIS, tras los enfrentamientos con el Gobierno en los debates presupuestarios del viernes pasado, que se trata de una presión táctica para evitar que los pactos autonómicos y municipales, así como el Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE), se conviertan en simple papel mojado. Asimismo reconocieron que tienen previsto continuar en esa misma línea.La dirección del partido socialista ha preparado un documento sobre la situación política en el que se hace un diagnóstico sobre el marco político actual, y se establecen exigencias de cumplimiento de los pactos firmados para evitar una ruptura del Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE), firmeza frente a las amenazas golpistas y solicitud de que las crisis internas de los partidos políticos no mantengan paralizado al país durante semanas.

Asímismo, el documento en preparación analiza la recomposición de fuerzas de la derecha y el significado de los últimos movimientos políticos -según su versión-, pero no plantea propuestas políticas especialmente novedosas, ya que se mueve más bien en la línea del diagnóstico.

En estos momentos, la actitud socialista es de expectativa ante la solución de la crisis interna de UCD y la remodelación gubernamental, sin tomar la iniciativa en el terreno político. Una moción de censura al Gabinete que surja de la crisis está expresamente descartada, ni tampoco se vislumbran intentos de condicionar las relaciones políticas futuras a exigencias de participación en el Ejecutivo.

Junto con una valoración crítica del resultado de la crisis de UCD y del Gobierno, que prácticamente puede darse por segura, la preocupación de los dirigentes del PSOE se dirige ahora a denunciar lo que el líder de UGT, Nicolás Redondo, describió ante el Pleno del Congreso como «cesión del Gobierno ante las presiones de la CEOE», anunciando un otoño caliente como consecuencia de que la derecha responde con «posiciones duras a la moderación de los sindicatos». Esta es la razón del contraataque parlamentario llevado a cabo por el PSOE, en apoyo de las reivindicaciones de UGT sobre la devolución del patrimonio sindical.

Debate clásico

«Fue un debate clásico», afirma un dirigente socialista. «No estamos dispuestos a dejar pasar las cosas, como si no tuviera importancia el hecho de que se cumplan o no los pactos que firmamos con el Gobierno o los de UGT que apoyamos».Algunas fuentes se inclinan a creer que la mayor firmeza demostrada por la dirección frente al Ejecutivo puede deberse también a tranquilizar al propio partido. Aunque la situación interna aparece calmada, una treintena de diputados aunaron sus firmas la semana pasada para pedir una reunión del grupo parlamentario.

Finalmente, y aunque no tiene relación directa con esa cuestión, los movimientos de preparación de congresos regionales pueden dar lugar a pequeñas inquietudes. En Madrid, los sectores que contestan a la actual dirección deciden hoy su estrategia de cara al congreso regional que ha de celebrarse a mediados de diciembre, y parecen dispuestos a presentar a Manuel de la Rocha -hombre próximo a Luis Gómez Llorente- como candidato a la secretaría general.