Los diamantes Fancy, expuestos en Madrid entre grandes medidas de seguridad

A partir de esta tarde, y durante diez días, se expone en Madrid una de las colecciones de diamantes más importantes del mundo en cuanto a color y talla: la colección Fancy, propiedad de la firma inglesa De Beers, que ha llegado a nuestro país gracias a las gestiones del joyero madrileño Jesús Yanes, quien ha querido conmemorar con este acto cultural el centenario de su firma. Valorada en 300 millones de pesetas, es la sexta vez que estas piedras preciosas se exhiben fuera de Londres. Por medidas de seguridad, los dueños de los diamantes desestimaron las Torres de Jerez como lugar de la muestra, ya que en la azotea existe un helipuerto, que, a juicio de los ingleses, podría facilitar el robo.

GALAZLa colección Fancy está formada por 150 diamantes. El nombre se debe a que las piedras son de fantasía. En ellas se valora su rareza tanto por su color -las hay rojas, verdes, azules y naranjas- como por su talla, en forma de pera, brillante, esmeralda, marquesa y rombo, que son todas las posibilidades que el hombre tiene de modelar una piedra. Son muchos los años que la compañía De Beers ha tardado en formar la colección, pues para obtener un brillante común es necesario remover 250 toneladas. Para encontrar uno rojo, por ejemplo, hay que remover miles de toneladas. Sólo un holding como De Beers puede reunir esta maravilla de la naturaleza, ya que controla toda la producción de diamantes del mundo.De Beers se fundó en el año 1929, cuando el crack de la bolsa neoyorquina, con el fin de proteger el valor de los diamantes, que comenzaron a venderse a bajo precio por personas interesadas en hacer dinero rápido. Hoy, desde las minas de Suráfrica, Brasil, México y Venezuela, los diamantes llegan a poder de la compañía inglesa, que las distribuye más tarde a los centros de producción, en los que se tallan y preparan para su comercialización. Cada uno de estos puntos recibe una vez al mes una caja con diamantes de diversos quilates.

Jesús Yanes inició hace un año las negociaciones con De Beers para traer la colección Fancy como la mejor forma de celebrar el centenario de su casa dentro del mundo de la joyería. Los ingleses hicieron honor a su fama de minuciosos y solicitaron del joyero español todo tipo de planos del salón de la muestra. Las Torres de Jerez fueron desestimadas por los expertos de De Beers, porque en la azotea del edificio se ha construido un helipuerto, que en caso de robo podría facilitar la fuga de los ladrones.

Los expertos ingleses también se opusieron a que las piedras fueran colocadas en uno de los salones del Teatro Real. Yanes patrocinó allí un concierto, el martes pasado, de la Orquesta Nacional, dirigida por Odón Alonso y con la participación del guitarrista Lopátegui, que interpretó el Concierto de Aranjuez, del maestro Rodrigo. Así las cosas, el joyero madrileño no tuvo más remedio que realizar obras en su tienda de la calle de Goya para que los servicios de seguridad ingleses aprobaran la exposición.

Los diamantes Fancy se encuentran instalados en una vitrina, que es a la vez caja fuerte, en el segundo piso del establecimiento. Vigilan la sala cámaras de televisión de circuito cerrado y los más sofisticados dispositivos de alarma, como un detector de metales, fotografías de los visitantes y una malla sobre el techo para detectar, cualquier movimiento, ruido o temperatura elevada, que podría producirse al intentar traspasar la habitación al estilo rififí.

El traslado de los 150 diamantes se hizo por correo. Los ingleses se opusieron rotundamante al transporte aéreo, altamente arriesgado según ellos. Correos se hizo responsable del desplazamiento de la colección. En la aduana española, las piedras fueron introducidas en una caja de cristal, posteriormente lacrada con varios sellos, que no serán rotos hasta que los Fancy vuelvan al Reino Unido.