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RELIGIÓN

Un obispo conservador que fue teólogo progresista

Al frente del discutido dicasterio que vela por la pureza de la fe figura un hombre que hace quince años era también sospechoso. Sobre su mesa de trabajo se va a encontrar con expedientes de antiguos compañeros de viaje (como Hans Küng) con los que él compartió la gloria de ser uno de los teólogos más progresistas e influyentes del Vaticano Il.Pero Ratzinger no es el típico caso del progresista que se hace conservador por razón del cargo. A Ratzinger le dio qué pensar la evolución de la juventud a partir de la rebelión estudiantil de 1968. Los jóvenes rebeldes en la calle eran los estudiantes que asistían a sus clases de teología, que se inspiraban en muchos de sus planteamientos, pero que sacaban conclusiones distintas a las de sus maestros.

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El cardenal José Ratzinger, nombrado prefecto de la Congregación del ex Santo Oficio

Su inflexión conservadora supuso el inicio de una carrera meteórica del antiguo profesor de teología. Cuando la súbita muerte del cardenal Doepfner planteó el problema del sucesor, las autoridades civiles y eclesiásticas se movieron con rapidez para postular un hombre conservador, cómodo al poder político y firme con las nuevas teologías. El nombre de Ratzinger no tuvo dificultades en eliminar a su oponente, Karl Foster, conocido por sus críticas al stablishment bávaro.

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