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La sequía comenzó a gestarse en junio de 1980

La actual situación de sequía que vive España comenzó a gestarse claramente en junio de 1980, tras una primavera ya deficitaria en precipitaciones. En dicho mes, la región extremeña recogió tan sólo cuatro litros por metro cuadrado, según un informe realizado por el meteorólogo del INM Francisco García Dana, siendo lo normal veinte litros por metro cuadrado. Algo similar ocurrió con Andalucía, donde se contabilizaron 7,3 litros (frente a los 9,5 considerados como normales), y en la zona Centro (15,5 frente a 37,1).En valores anuales, la diferencia entre la normalidad pluviométrica y las precipitaciones reales no ha sido muy espectacular, en contra de la creencia más generalizada. En el período agrícola 1979-1980 (del 1 de septiembre al 31 de agosto) se cubrió en la región Centro el 91% del expediente pluviométrico (es decir, casi llovió lo que es normal que llueva en esa zona), en un 96,2% en el Duero, y hasta en un 96,6 en Extremadura. Sin embargo, Andalucía ya arrojaba déficit sustanciales, llegando a cubrirse tan sólo el 61,6%. En el año agrícola 1980-1981 ya se produjo una diferencia mayor, pero que tampoco podría ser considerada como espectacular. En la zona Centro llovió el 81,8 % de lo normal; en el Duero, el 68,4%; en Extremadura, el 38,5, y en Andalucía, el 57,9 %.

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Sin embargo, varios pocos hacen un mucho, y el comienzo del presente año agrícola (hace dos meses y medio) sigue dentro de esta línea, con precipitaciones del 32% sobre la normalidad en Andalucía, del 37%, en la zona Centro, y del 58,6% en Extremadura.

Hay que buscar, pues, la noticia más en una persistencia de la situación a lo largo de estos años que en las cifras absolutas.

Según datos del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, la situación de las aguas embalsadas no es excesivamente precaria. Las cuencas más castigadas, las del Júcar y el Segura, se encuentran rozando el 12 % de sus niveles de embalse. Sin embargo, muy raramente se admiten niveles eficaces superiores al 80%. A esas dos cuencas le sigue la del Guadalquivir (15,9 %), Guadiana (23,4%), Duero (36%) y Ebro (5 3,9 %), siendo la menos problemática la del Pirineo oriental, al 58,7%. El sector más seriamente afectado es el agrícola. Según datos elaborados en la sección de Meteorología Hidrológica del INM, numerosas zonas de la Península han recogido desde primeros de septiembre 50,75, 100 y hasta 150 litros por metro cuadrado menos de lo normal en este período de tiempo (existe un déficit de hasta 163 en Baleares), lo que ha hecho que prácticamente todo el país, a excepción del extremo norte, se encuentre con tierras totalmente carentes de humedad para la actividad vegetal. Harían falta al menos aportes de unos 150 litros por metro cuadrado en un período relativamente corto.

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