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Hallado muerto el industrial barcelonés desaparecido en extrañas circunstancias

El cadáver del industrial José Rotllán, casado, de 65 años y residente en Barcelona, fue encontrado a mediodía del domingo en aguas próximas a la playa de Sitges, sin más rasgos de violencia que una herida en la parte superior de la cabeza, que bien pudiera haberse producido al caer al mar. Desde el pasado jueves, Rotllán era buscado en toda la provincia y se suponía que había sido víctima de un secuestro por motivos económicos. El fundamento de dicha suposición era una llamada del empresario a su familia para informarles en este sentido. Sin embargo, no han sido esclarecidas las extrañas circunstancias que rodearon su desaparición y su muerte.

El denominador común de toda esta historia es la confusión, que parte de los medios policiales y que se extiende a las noticias que han circulado estos días sobre el presunto secuestro. Desde una perspectiva cronológica, los hechos se desarrollaron del siguiente modo: el jueves 12 de noviembre, a las 16.30 horas, aproximadamente, Rotllán sale de su casa para ir a comprar una bombilla a una tienda cercana.Una hora más tarde su esposa empieza a impacientarse ante la tardanza del marido, ya que doce días antes había sufrido un accidente de coche y se encontraba convaleciente y con dificultades para andar. Poco después decide dar aviso a sus hijas y yernos.

Reunida la familia, decide buscarle por la zona, pero las gestiones fueron infructuosas, ante lo cual sus allegados presentan denuncia por desaparición en el juzgado de guardia en la madrugada del jueves al viernes.

La policía monta entonces un servicio similar al empleado cuando el secuestro del jugador del Barcelona, Enrique Castro, Quini, con resultados totalmente negativos.

Una llamada telefónica del propio Rotllán a su familia les avisa el viernes que ha sido secuestrado y que los secuestradores piden un rescate cuya cantidad no se determina.

El domingo 15, los diarios publican la desaparición del industrial, a la vez que se hace pública la extrañeza de la policía ante la forma en que discurren los hechos. Medios policiales resaltan la irregularidad de que el propio secuestrado sea quien efectúe la llamada telefónica Ese mismo día, a las dos de la tarde, alguien divisa en las aguas de Sitges un cuerpo extraño, que resulta ser el cadáver de José Rotllán.

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Ayer, la Prensa continuaba informando de su desaparición y de la falta de novedades sobre su paradero. Paradójicamente, en La Hoja del Lunes de Barcelona se publicó la nota sobre el secuestro en la misma página que las esquelas de su fallecimiento, insertadas por la familia,Mientras tanto se han ido conociendo detalles sobre la personalidad de Rotllán, casado y padre de tres hijas, había afirmado repetidamente su intención de retirarse de los negocios ante la falta de un familiar que se hiciera cargo de los mismos. Las industrias del fallecido eran cuatro: una papelera en Guardiola de Berga (Barcelona) y otras menores destinadas a la fabricación de cartonaje para embalar en el pueblo barcelonés de Esparraguera. Una de estas últimas atravesaba serias dificultades financieras desde el pasado mes de agosto, periodo en el que se detectó un desfalco y se suicidó el director de la misma, hechos ambos no necesariamente conectados. Las otras, por el contrario, tenían economías más que saneadas.

Paralelamente a su desaparición fueron retirados los fondos de una cuenta que Rotllán tenía en el Banco de Europa, de Sant Celoni, localidad situada a cuarenta kilómetros de Barcelona, en dirección opuesta a donde se ha localizado el cadáver.

Dificultades económicas y personales

La Jefatura Superior de Policía de Barcelona emitió anoche una nota oficial sobre el caso, en la que señala que Rotllán «atravesaba por un mal momento de graves problemas económicos y personales». También se indica que, según la autopsia, el industrial murió de asfixia por inmersión, producida unas seis horas antes del hallazgo del cadáver.

La misma nota destaca que estaba recientemente afectado y no presentaba signos de violencia, aunque se echó en falta su carné de identidad y su reloj de pulsera. También se confirma la llamada del desaparecido a su familia. En esta conversación telefónica, Rotllán dijo que había sido secuestrado y pidió a su esposa que reuniese todos los bienes que pudiera.

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