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40.000 personas presenciaron ayer, en directo, el aterrizaje anticipado de la nave espacial "Columbia" en California

Los problemas técnicos de la nave espacial Columbia despertaron el interés de los norteamericanos en la operación de aterrizaje en la base aérea de Edwards (California), donde se congregaron unas 400.000 personas para observar ayer, en directo, el espectáculo que suponía el regreso de la Columbia. El regreso anticipado a la tierra de la nave espacial Columbia, debido al fallo de una de las tres células que suministran energía eléctrica al ingenio, fue decidido por motivos de "seguridad y prudencia", según la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA), que calificó de éxito la misión que duró algo más de dos días.

, Los dos astronautas,el coronel Joe Engle y el capitán Richard Truly, pudieron llevar a cabo las principales operaciones del segundo vuelo de la Columbia (el primero se realizó el pasado 12 de abril), a pesar de acortar en dos días el programa inicial de vuelo, que debía concluir con 83 órbitas alrededor de la Tierra."Trabaja perfectamente", dijo el coronel Engle al Centro de Control Espacial de Huston (Tejas), comentando en la última jornada de vuelo la prueba espacial del brazo metálico articulado de unos quince metros, que en el futuro deberá realizar delicadas tareas en satélites artificiales. También culminaron con éxito tanto las pruebas de carga, y de observación de contaminación atmosférica como las medás llevadas a término por la nave Columbia.

Los responsables de la NASA destacaban que, en veinte años de historia norteamericana de exploración del espacio, cuya culminación llegó con la presencia del hombre en la Luna, es sólo la tercera vez que una misión espacial debe acortar su programa previsto en principio. Ocurrió, también, en marzo de 1966, durante la operación Géminis, y en abril de 1970, con Apolo, debido a una explosión de oxígeno.

El último de los problemas

El sistema de células que generan electricidad para la nave se consideraba un elemento de probada fiabilidad por los técnicos de la NASA. Han sido utilizadas en vuelos espaciales desde mediados de los años sesenta por la NASA. "Era el último de los problemas que podíamos imaginar que ocurriese", dijo Christopher Karft, director del centro espacial Johnson, en Huston, desde donde se controló todo el vuelo de la Columbia.

Nadie considera realmente que el fallo de la célula eléctrica ponga en peligro los nuevos programas de vuelo de la Columbia, primera nave espacial capaz de ser utilizada de nuevo en múltiples misiones, previstas para marzo y septiembre del próximo año.

Los norteamericanos recuerdan el carácter todavía experimental de la Columbia, denominado también transbordador del espacio por su peculiaridad de entrar en órbita, regresar a la Tierra y poder ser utilizado nuevamente. La NASA confía plenamente en que su trabajo, acreditado por una carrera de éxitos, concluya el programa Columbia con la construcción de otras dos naves similares y cuyo presupuesto global es de 10.000 millones de dólares.

Fallos y percances

Los retrasos en las salidas de la Columbia, los fallos del equipo de la nave y la pérdida, en el momento de entrar en contacto con la atmósfera, debido a las altas temperaturas, de algunas de las 31.000 losetas de protección térmica de la nave, se consideran percances que la NASA irá resolviendo en la treintena de vuelos posteriores previstos para los próximos cuatro años.

Las naves espaciales de la generación Columbia son una revolución en la conquista del espacio y abren perspectivas muy prometedoras para el hombre. Entre ellas está el mejor conocimiento del espacio, la nueva tecnología para satélites artificiales, la elaboración le nuevos metales y cristales en laboratorios espaciales, gracias a la posibilidad de trabajar sin gravedad, los futuros autobuses del espacio para transportar al hombre de la tierra a las colonias espaciales artificiales. Otras perspectivas que abre el Columbia, menos divulgadas por razones evidentes, son la exploración de horizontes desconocidos para la utilización, con fines militares, de los ingenios pertenecientes al mismo estilo que la nave espacial.

Cuando todo eso sea una realldad, como esperan y confian los científicos de la NASA, nadie se acordará ya de todos estos, hasta cierto punto pequeños inconvenientes que tuvieron los pioneros de la Columbia.

Fresnedillas

A las 16.35 (hora de Madrid) se estableció el programado contacto de la tripulación del Columbia con el centro espacial de Houston en su 33ª órbita desde el momento de su lanzamiento. El contacto duró menos de cinco minutos, y fue la última actuación de rastreo por parte de la base de seguimiento de Fresnedillas, según informa . La base de Madrid, sin embargo, siguió conectada con la central de la NASA en Texas hasta el momento final del aterrizaje en la base de Edwards, por si a última hora hubiese podido surgir cualquier inconveniente de tipo climatológico.

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