Proposición para que la Comunidad Económica Europea desbloquee sus conversaciones con España
George Sutra, parlamentario europeo y una de las personalidades del Partido Socialista francés más influyente en lo que se refiere a cuestiones agrícolas, propuso ayer, en Bruselas, que se desbloqueen las negociaciones con España para su adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE) en todo lo relacionado con los productos mediterráneos.
, Esta propuesta cuenta con el respaldo del partido socialista y no está en contradicción, según Sutra, con la política seguida hasta ahora por el Gobierno socialista de Pierre Mauroy, que se ha negado repetidamente a que la Comunidad Económica Europea discuta con España el capítulo agrícola, por estimar que previa mente los diez debían llegar a un acuerdo sobre la reforma de la política agrícola común (PAC).Sutra afirmó que las negociaciones con España estaban paradas y que todavía no se había puesto sobre la mesa de negociación nada relativo a la agricultura. Denunció lo que él considera el riesgo de "ir a la ampliación con los ojos cerrados", y criticó duramente a la Comunidad por la escasa atención que ha prestado a los problemas de la agricultura mediterránea. El parlamentarlo socialista indicó que el vino, las frutas y las legumbres sólo reciben un 10% de los fondos de la FEOGA (Fondo de Orientación y Garantía).
George Sutra, que es el responsable del programa agrícola del partido socialista, y uno de los más antiguos colaboradores de François Mitterrand, propone, en definitiva, que la CEE estudie globalmente los problemas de la política agrícola mediterránea, incluyendo las negociaciones con España y Portugal, así como las de países terceros del área, como Israel, Malta, Chipre, Marruecos o Egipto.
Discutir con España en la misma mesa de negociaciones
Interrogado sobre si su propuesta suponía la creación de una especie de club mediterráneo, en el que España recibiría el mismo trato de esos países terceros, sin tener en cuenta su condición de país candidato a la adhesión, Sutra afirmó que España es un país europeo y democrático, que desea adherirse al Tratado de Roma, y que tiene perfecto derecho a pedirlo. "Su plaza o su lugar no es el de Marruecos, por ejemplo", añadió. Según él, los problemas relacionados con los productos agrícolas mediterráneos pueden ser discutidos ya con España en la misma mesa de las negociaciones.
Sutra se felicitó "por la toma de conciencia" de la Comisión Europea, y muy especialmente del vicepresidente Lorenzo Natali, encargado de la ampliación, quien, según afirmó, ha rechazado antes esta propuesta y que la asume hoy día.
El parlamentario socialista no supo o no quiso aclarar, sin embargo, si su propuesta tiene el respaldo del Gobierno francés, principal responsable del parón que registran las conversaciones hispano-comunitarias. "Todo el mundo habla de respetar el calendario Y de ampliar la comunidad en 144, pero yo me limito a constatar que las negociaciones en el plano de la agricultura no han empezado aún. Sí, la Comisión lo ha estudiado, pero el Consejo no ha iniciado los trabajos", explicó. Negó que sea solamente París quien suscita problemas. "Holanda o el Reino Unido afirman que apoyan el ingreso de España, pero yo todavía no he escuchado a los holandeses ofrecer alguna solución para que sus tomates, producidos en invernaderos y con gas natural, dejen de perjudicar a los mediterráneos".
Ante la insistente pregunta de el cómo podía conjugarse su propuesta con la actitud de André Chandenagor, ministro para las Relaciones con la CEE, partidario de no discutir nada con España que pueda estar relacionado con la reforma interna de la PAC, Sutra repitió incansablemente que él no veía personalmente ninguna contradicción, ya que una cosa era discutir, o asociar a España, a la reforma de la política presupuestaria de la PAC, y otra plantear sólo los problemas de la política mediterránea. Fuentes próximas a la Comisión indicaron, sin embargo, que George Sutra podía haber tomado una "iniciativa personal" y que se podía plantear una discusión interna en el Partido Socialista francés al respecto.
Aun sin negar que el calendario previsto por España -1984- sea factible, Sutra insistió en que no existe ninguna negociación por el momento, tanto en lo relacionado con la agricultura, como con el capítulo fiscal y el industrial, y aseguró repetidamente que Francia no deseaba una "adhesión a ciegas", en la que los problemas se planteen después de la firma, como sucedió con el Reino Unido.
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