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El Gobierno británico gana en la Cámara de los Comunes una moción sobre privatización de energía

El Gobierno conservador obtuvo en la noche del pasado martes una mayoría de 49 votos en la Cámara de los Comunes tras el debate de una moción de censura presentada por la oposición sobre la privatización de recursos energéticos.La moción forma parte del debate sobre el discurso inaugural de la nueva sesión del Parlamento pronunciado por la reina Isabel II la semana pasada, en el que trazó las líneas maestras de la futura política del Gobierno.

En el debate sobre energía, penúltimo de la serie sobre el discurso de la reina, la oposición censuró al Gobierno por su decisión de vender los intereses del Estado en la producción de petróleo y gas natural en el mar del Norte.

Benn anunció la futura renacionalización

La discusión cobró especial fuerza cuando el ex ministro de Energía y miembro destacado del ala izquierda laborista, Anthony Benn, prometió que un futuro Gobierno laborista renacionalizará el sector energético, ahora privatizado, sin compensación para los actuales propietarios.Benn calificó la decisión conservadora de desmantelar lo! intentos estatales en la explotación energética del mar del Norte como "una masiva traición a los intereses nacionales".

El partido socialdemócrata (SDIP) -escindidos del laborismo- también mostró su oposición a la venta de las acciones de la British National Oil Corporation (BNOC), organismo estatal que controla parte de la explotación, pero es contrario a la renacionalización sin compensaciones.

De hecho, el apasionado discurso del político izquierdista ha creado problemas para la ejecutiva del partido, ya que, aunque él dijo que sus palabras estaban a tono con la política del partido, muchos aspectos de su intervención fueron considerados excesivamente radicales.

Ambigüedad en los laboristas

Merlyn Rees, portavoz de la oposición para energía, expresó su disgusto porque Anthony Benn habló de algo que aún no está definitivamente estructurado en el partido, concretamente la forma de proceder a la nacionalización de los intereses energéticos del Estado.La política oficial laborista, según las palabras del portavoz de Energía, es que estos intereses "serán devueltos a la propiedad pública en una forma que asegure que nadie haya hecho ganancia especulativa a costa del Estado".

El Gobierno mantuvo que no es necesaria la intervención del Estado en sectores que funcionan bien, y que el sector privado es decisivo para mantener la explotación de los recursos energéticos del mar del Norte.

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