Graves problemas de abastecimiento de agua en los pueblos de la sierra

Veintitrés pueblos situados en la sierra de Guadarrama y sus inmediaciones han comenzado a sufrir fuertes restricciones de agua, impuestas por la sequía, que por ahora se concretan en la reducción del suministro al 50% de lo habitual. El presidente del Consorcio para el Abastecimiento y Saneamiento de los pueblos de la sierra del Guadarrama (Casrama), Enrique Sánchez, anunció ayer que, si no llueve antes de fin de mes, las limitaciones se endurecerán mucho más.Los miembros del consejo de administración de Casrama mantuvieron una reunión el pasado viernes, en la que se analizaron los datos de las reservas de agua existentes, que confirman la gravedad de la situación, y se adoptaron las medidas precautorias correspondientes. Según Enrique Sánchez, también diputado provincial de UCD, los pueblos de la sierra del Guadarrama se quedarán sin agua, si sigue sin llover, en un plazo máximo de sesenta días. En estos momentos, los embalses de La Jarosa, Navacerrada y Navalmedio disponen sólo, entre los tres, de dos millones de metros cúbicos de agua, lo que significa aproximadamente el 17% de su capacidad.

Las localidades que dependen de Casrama para su suministro de líquido potable son: Valdemorillo, Las Rozas, Galapagar, Colmenarejo, Las Matas, Torrelodones, Navalagamella, Fresnedillas, Chapinería, Villalba, El Escorial, San Lorenzo de El Escorial, Guadarrama, Navacerrada, Alpedrete, Los Molinos, Becerril de la Sierra, Moralzarzal, El Boalo, Cerceda, Mataelpino, Hoyo de Manzanares y Cercedilla. En todos los casos el suministro ha quedado reducido a la mitad. Si no se hubiera hecho así, las escasas reservas de agua existentes se habrían consumido en veinticinco días.

Las restricciones, sin embargo, sólo permiten ampliar este plazo hasta los sesenta días. Por ahora, el consorcio ha dispuesto otras medidas, como la de prohibición absoluta de usar el agua para cualquier actividad doméstica que no sea el consumo humano. Si antes de fin de mes no llueve, las restricciones se endurecerán.

La sequía no sólo afecta al consumo humano, sino que está incidiendo muy desfavorablemente en el nacimiento de nuevos pastos, lo que coloca a los ganaderos ante muy malas perspectivas económicas.