Un subsector de difícil saneamiento

Si el grupo financiero de Astilleros del Atlántico, de Santander, logra llevar a buen puerto la integración de estos cuatro astilleros y su relanzamiento según el plan previsto, se habrá producido, en los próximos tres años, un cambio radical en el sector de medianos y pequeños astilleros, constituido hoy por veintisiete empresas con una producción de 300.000 toneladas de registro bruto, un valor aproximado de producción de 50.000 millones de pesetas y una plantilla de 12.500 trabajadores.Aun sin considerar la parte destinada a reparaciones en ambos casos, las cuatro sociedades, saneadas siguiendo el programa direccional aprobado por el Gobierno, alcanzarían en el mismo período de tiempo una producción de 140.000 Trb., 38.500 millones de pesetas de valor total y una plantilla con 5.000 personas, quinientas menos que ahora.

Según ese programa, la relación entre el conjunto del subsector de medianos y pequeños astllleros y la unidad empresarial citada sería, en cuanto a facturación, de un 43%; en cuanto a censo laboral, un 42%, y en cuanto a tonelaje producido, un 43,6%. Estas comparaciones se han hecho incluyendo las variables de los astilleros Jullana Constructora Gijonesa e Hijos de J. Barreras, SA, aceptados en el grupo según los criterios diferenciales del Ministerio de Industria y Energía, que admite a unidades de capital público. Si la comparación sólo se hiciese sobre las empresas de capital privado, la incidencia en el holding santanderino alcanzaría la cifra del 61% de las plantillas laborales del subsector.

El programa direccional, aprobado por la comisión delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, fijó en su momento los criterios de saneamiento del sector naval, señalando para los pequeños y medianos astilleros las características ideales de especialización, una productividad mínima de 36 Trbc./año/hombre, un coste salarial del 25% del valor de la obra ejecutada y una limitación de la producción en 300.000 Trbc. Todos los movimientos financieros se dirigen al cumplimiento de esas directrices, no sin graves problemas laborales al repercutir la reestructuración de un modo directo en las plantillas. Así, entre las acusaciones principales que los sindicatos santanderinos han hecho esta semana a Astilleros del Atlántico se encuentra la de que en su gestión de los astilleros de Vigo provocó una de las huelgas más largas de la riciente historia de España, seis meses de paro y graves tensiones sociales en la citada capital gallega.