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Ferrer Salat

Restaurante Jockey. Carlos Ferrer Salat me invita a cenar en privado con otro señor. Ferrer está, físicamente, entre un Bahamontes empresarial de los 80, que ha cambiado la bicicleta por la raqueta, y un capa de la Casa de Campo, escueto como el Litri, pero en más alto. -Este país se ilusionó, se enfervorizó con la República, pero la derecha impaciente no les dio tiempo a los republicanos. Este país ha vuelto a ilusionarse en el 77, votando PSOE/UCD como dos opciones de cambio, pero estáis a punto de cargaros el invento.

-¿Nosotros, los empresarios?

-Vosotros, algunos empresarios.

-Conozco muchos empresarios que empezaron trabajando muy modestamente y hoy tienen una fábrica con 3.000 obreros. Esos hombres tienen iniciativas, son creadores de riqueza, de trabajo, de bienestar.

-El haber sido explotado de pequeño no legitima el convertirse en explotador, Carlos. La pequeña y mediana empresa ha sido una bandera constante de la izquierda. Yo culpo a la gran empresa y a la empresa multinacional. El dinero ha desertado de la democracia. Hay empresas españolas en Suramérica (yo las he visto) y dinero español en Suiza (yo no lo he visto, porque no está a la vista).

-Las grandes empresas internacionales, querido Umbral, como IBM o Nestlé, son grandes porque se han internacionalizado. Eso es bueno.

-Estás confundiendo expansión con huida, Carlos. El que un gran imperio económico se expansione, una vez cubiertos el mercado y las necesidades nacionales de consumo y trabajo, es coherente dentro del sistema capitalista. Pero el capital español deja descolgadas muchas empresas medianas y pequeñas, En España, suspendiendo los créditos o las inversiones, para invertir en países subdesarrollados donde todo es más fácil. ¿Por qué presentas la imagen de una lucha frontal con los sindicatos?

-Los sindicatos se han desnaturalizado, no son sindicatos puramente profesionales, aquí en España, porque están altamente politizados.

-También el empresario está altamente politizado. Si el empresario puede tener una ideología, ¿por qué no puede tenerla el obrero?

-Claro que puede, y no es cierto que yo esté en guerra con los sindicatos. Los convenios con UGT no los ha firmado Comisiones porque no ha querido. En el mundo, muchas veces, la tónica la marca el sindicato sobre el partido, y aquí es a la inversa.

-Casi toda la fuerza fáctica del PCE está o ha estado en Comisiones Obreras, querido Carlos. Huida de capitales en España y en Francia, desde Mitterrand.

-Mi mujer es belga y tiene sus cuentas corrientes donde quiere. No sé por qué eso se toma aquí por antipatriotismo. Los intelectuales y los políticos tenéis que inventar soluciones para este país, que para eso sois los profesionales de la imaginación. Los políticos se dedican a destrozarse unos a otros, y además ante la televisión. En el mundo, las sesiones parlamentarias no se televisan.

-Aquí sólo de tarde en tarde y desganadamente. Los políticos aparecen como culpables, ante el país, porque son populares, pero los dueños de las cosas, quienes controlan la realidad, sois vosotros, y el paro podéis remediarlo vosotros con más eficacia que el Boletín Oficial.

-El primer empresario del país es el Estado, Umbral. Ahí está el INI. Suárez no sabía del tema económico. Confío más en Calvo Sotelo. El PSOE no está preparado para gobernar.

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