El presidente Gukuni Wedeye exige la evacuación inmediata de las tropas libias acantonadas en Chad
Gukuni Wedeye, jefe del Estado de Chad, exigió ayer de Libia la retirada "total e inmediata" de las tropas libias acantonadas sobre suelo chadiano. Esta decisión puede desencadenar una nueva guerra, internacionalizada en este país sahariano, según los observadores. El plazo máximo para que el Gobierno de Muamar el Gadafi retire sus fuerzas del país vecino vencerá el próximo 31 de diciembre, si bien la evacuación militar libia de la capital de Chad, Nyamena, y de la región de Chari-Baguirmi, que la circunda, habrá de realizarse de modo urgente.
El anuncio de esta decisión, adoptada por el presidente Gukuni Wedeye tras una tensa reunión de cinco horas de su Consejo de Ministros, causó sorpresa en medios políticos africanos y franceses, que siguen la evolución de los acontecimientos con preocupación. Claude Cheysson ministro francés de Asuntos Exteriores, dijo ayer ante la Comisión de Exteriores del Senado galo que "el envío a Chad de una fuerza interafricana de pacificación es más apremiante que nunca".La exigencia de evacuación de los diez mil soldados libios acantonados en distintas zonas de Chad se produce pocos días después de la visita oficial a Nyamena del coronel Abdelsalam Jalud numero dos del régimen de Trípoli, que se vio acompañada por un importante despliegue militar libio en la capital y movimientos de tropas en distintos puntos del país.
Jalud no fue informado
Según fuentes próximas a Gukuni Wedeye, el coronel Jalud no fue informado de este proyecto del Gobierno de Chad. La inmediata petición de ayuda a Francia, posterior a la visita de Jalud, y la urgente oferta francesa de enviar material de guerra al régimen de Nyamería, llamaron la atención de los observadores sobre el eventual desencadenamiento de un nuevo conflicto bélico en Chad entre fuerzas leales al presidente Wedeye y otras alineadas con Trípoli. Estas estarían supuestamente encabezadas por el ministro de Exteriores de Chad, Ahmat Acyl. Francia, por su parte, puso en estado de alerta a sus tropas estacionadas en la República Centroafricana, en previsión de un golpe en Chad.Si bien este presunto golpe de fuerza contra Gukuni Wedeye fue desmentido el jueves, las autoridades francesas han mostrado una inquietud creciente sobre el curso de los acontecimientos en Chad y han proliferado las gestiones de los Gobiernos chadiano y francés ante la Organización para la Unidad Africana (OUA) para acelerar al máximo el envío a Chad de una fuerza interafricana de mediación.
La presencia de tropas libias en Chad fue solicitada por el propio presidente Gukuni Wedeye hace once meses, para luchar contra la secesión de las tropas leales al entonces ministro de Asuntos Exteriores chadiano, Hisen Habré, que continúan luchando en el este del país apoyadas presumiblemente por Sudán. Este país, al igual que Libia, busca la hegemonía en esta zona del interior del Africa sahariana.
Lo sorprendente ha sido el anuncio en el que se exige la evacuación inmediata de los efectivos militares libios y el cambio de actitud que el presidente Gukuni ha adoptado, invocando ayuda de Francia, la antigua potencia colonial de la zona.
Todas las dudas que el hecho ha suscitado se orientan hacia la presumible respuesta libia ante la decisión del jefe del Estado chadiano. Por lo pronto, el presidente de la OUA, el keniata Arap Moi, ha movilizado un grupo de sus consejeros con el propósito de que se desplacen a distintas capitales africanas a fin de urgir a varios Gobiernos africanos para que colaboren en la creación de un contingente militar de pacificación, ante eventuales enfrentamientos.
Sin embargo, la decisión urgente del jefe del Estado chadiano, Gukuni Wedeye, y, la brevedad de los plazos impuestos para la total evacuación libia contrastan con los dilatados plazos previsibles para que la OUA pueda disponer de una fuerza interafricana organizada y lista para el arbitraje.
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