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"Las democracias que deseen consolidarse han de transformar sus fuerzas armadas en «ejércitos de demócratas»"

«Las democracias que desean conservar sus valores en forma duradera tienen la obligación de transformar sus fuerzas armadas en ejércitos de demócratas. La meta de la formación militar es, por tanto, trasladar a las fuerzas armadas los fundamentos, es decir, el orden de valores y los procedimientos legales de la Constitución libre alemana, constituyéndolos como normas obligatorias, sobre todo, para el mando», dijo el general conde Von Baudissin en su intervención de ayer tarde en el Instituto Alemán, dentro del ciclo de encuentros con las fuerzas armadas europeas, organizado por la Fundación Pablo Iglesias.El general conde Von Baudissin, militar de gran prestigio en su país, es conocido por su papel inspirador del nuevo ordenamiento jurídico, político e ideológico de las fuerzas armadas alemanas después de la segunda guerra mundial. Desde 1971 dirige el Instituto de Investigación de la Paz y la Seguridad de la Universidad de Hamburgo.

En su conferencia de ayer. dictada bajo el título Fuerzas armadas y sociedad en la República Federal de Alemania, Von Baudissin habló del concepto de conducción interna del Ejército, introducido a principios de los años cincuenta. Se trataba, explicó, de formular la contribución alemana a la comunidad de defensa de Europa occidental, en la que la cuestión de la formación militar debía encararse de manera uniforme. Los planteamientos específicamente alemanes sólo fueron posibles con respaldo legislativo del Parlamento de Bonn en el marco de la OTAN.

Respuesta a los cambios

La nueva concepción de la formación, educación y el entrenamiento de las fuerzas armadas federales constituyeron más una respuesta a los cambios políticos, sociales y estratégicos, -llenos de nuevas exigencias, y no solamente una forma de superar un determinado pasado -el del Ejército del führer- en el que, sobre todo en el terreno militar, había sobrevivido un estilo de autoridad más bien feudal, o sea, preindustrial o pretécnico.

Para su legitimidad, explicó Von Baudissin, las decisiones y las conductas de las fuerzas armadas federales se orientan con la Constitución; para su legalidad, las medidas adoptadas se orientan con las leyes y decretos, y para su lealtad, los soldados se orientan con los programas políticos.

El resultado de esta nueva concepción de lo militar está a la vista. El Ejército federal, en tanto forma parte del poder ejecutivo, está sometido al control político ilimitado; además, de una manera especial, se somete al control de la Comisión de Defensa del Parlamento. La autoridad máxima sobre el Ejército federal la tienen el Parlamento. el Gobierno y el ministro civil de Defensa.

Ciudadanos de uniforme

La expresíón ciudadano en uniforme define constitucional y polítícamente, precisó Von Baudissin, el estado del soldado alemán, cuyos derechos preceden a sus deberes, porque solamente una cuidadosa atención a sus derechos justifica y hace comprensible las exigencias de un servicio militar escrupuloso y consciente. Todos los derechos y deberes militares tienen causas y efectos políticos, sobre todo cara a la conducción interna. De su capacidad de motivación dependen, aclaró el conferenciante, en el área de la política de seguridad, la concertación de alianzas y preservación de la paz.

Tales exigencias a las nuevas fuerzas armadas alemanas sólo se cumplieron mediante:) un reglamento global claro y vinculante;) una política de personal inteligente y consecuente con los Cines buscados, y) unos controles continuos y unos mecanismos de corrección de la situación interna.

En el caso de un ejército de conscriptos -reclutamiento obligatorio- es su clima interior, concluyó el general Von Baudíssin, el que, por irradiación sobre los soldados individuales, tiene unos efectos positivos sobre la sociedad entera.

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