Moderado impacto en España de la esperada unificación de los precios del petróleo
La esperada reunificación de los precios del crudo en torno a 34 dólares por barril, si la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) llega a dicho acuerdo en su reunión de esta semana en Ginebra, tendrá sólo un moderado impacto en España, aunque sí se producirá un ligero encarecimiento de nuestra factura petrolera en 1981 y 1982.
Medios gubernamentales consultados calculan que este encarecimiento apenas superará los 200 millones de dólares el año próximo y, en lo que respecta a los dos meses que restan de 1981, aunque es difícil determinar una cantidad al desconocerse la fecha de entrada en vigor del esperado acuerdo, no sobrepasará los 20 millones de dólares. El importe total de nuestra factura de petróleo es superior a los 12.000 millones de dólares.Es previsible, en este sentido, que si se cumplen los pronósticos en Ginebra no se produzca un inmediato reajuste de los precios internos de los productos derivados, aunque habrá que contar con una nueva subida en diciembre o enero, según estiman medios gubernamentales consultados. La subida, sin embargo, no tiene porque ser importante habida cuenta del mantenimiento de la misma fiscalidad en los presupuestos de 1982 y en la prevista disminución de las importaciones de crudo para el año próximo.
El aspecto más importante de los esperados acuerdos de la OPEP de esta semana, si estos llegan a producirse, no se reduce a la unificación del precio del crudo sino a la congelación del mismo para todo 1982 como Arabia Saudí pretende. El jeque Yamani, ministro de Petróleo del reino árabe, ha condicionado su asistencia a la reunión del jueves a que se acepte de anteameno esta congelación, así como la rebaja forzada en el precio de referencia de la mayoría de los miembros del cartel, situado actualmente en 36 dólares.
El mercado, sobresaturado
El argumento más sólido en favor de la reunificación del precio del crudo es la propia situación del mercado mundial de petróleo. Desde hace ya casi un año, el mercado está sobresaturado y los productores de la OPEP, especialmente aquéllos que más cargan por su crudo, que se han visto forzados a ofrecer rebajas a sus clientes con el fin de poder colocar, al menos una parte, de su producción en el mercado.El caso más reciente es el de Libia. Los responsables energéticos de este país, en una reunión celebrada con sus clientes esta semana pasada en Trípoli, ofrecieron una rebaja de dos dólares en su precio oficial, lo que hacía que éste se situara en 38 dólares. La oferta libia, sin embargo, fue recibida sin mucho entusiasmo por las compañías, ya que el descuento no es una gran cosa. En estos momentos, por ejemplo, Nigeria está vendiendo su crudo, de similar calidad al libio, a 34,50 dólares por barril, después de aplicar un descuento especial de 1,50 dólares sobre su precio oficial ya rebajado.
Pero la oferta libia es significativa al producirse días antes del encuentro de Ginebra. Con ella, el gobierno de Trípoli pretende forzar un precio mínimo de su crudo de 38 dólares, es decir cuatro más del de referencia, que se situará muy posiblemente en 34 dólares. A simple vista esto parece perseguir la implantación de un diferencial -esto es, la diferencia que existe entre el precio de referencia y el máximo autorizado por la OPEP- de cuatro dólares, algo que queda abierto a la discusión en la reunión.
En cualquier caso, la aceptación de un precio de referencia de 34 dólares forzará a todo el consorcio, con excepción de Arabia Saudí, a bajar el precio de su crudo de 40 y 36 dólares, según los casos, a una banda que irá entre 37-38 y 34 dólares. Para el crudo saudí, por el contrario, se producirá una subida de dos dólares, de 32 que es su precio actual a 34 dólares.
Precisamente, es esta subida de dos dólares la que provocará un ligero encarecimiento de la factura de petróleo de los países consumidores que, como España, dependen casi en un 25% o más de las importaciones de crudo saudí. Esta subida no se va a poder compensar completamente con las rebajas resultantes de otros países ya que muchos de éstos no aplican el precio oficial de 36 dólares sino que lo venden, especialmente en los últimos meses, con descuentos bajo cuerda.
Con la reunión de Ginebra, la OPEP pretende eliminar este caos de precios diversos y poco coherentes que ha dominado el mercado mundial de crudo en los dos últimos años. Asimismo, el consorcio, dominado por Arabia Saudí, pretende volver a un sistema de subidas automáticas de precios bien semestralmente, como pasaba antes, o trimestralmente, según las condiciones de la economía mundial.
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