Grave situación en la residencia sanitaria de Sevilla por acumulación de basura
El ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social cesó ayer de modo fulminante, a petición del gobernador civil de Sevilla, al delegado territorial de Sanidad, Juan Ramón Zaragoza, y al director de la Ciudad Sanitaria Virgen del Rocío, J. Gil Chamizo, a causa de la caótica situación existente en este centro sanitario después de cinco días de huelga del personal encargado de los servicios de limpieza. Las basuras se acumulan en la residencia de la Seguridad Social sin que, aparentemente, se encuentre próxima la solución del conflicto.
La situación del hospital bordea la catástrofe y es calificada en medios sanitarios como muy peligrosa desde el punto de vista de la higiene y la salud de enfermos, familiares y personal del centro. Las bolsas de basuras se van amontonando, con el consiguiente mal olor y suciedad, se está dando de alta a numerosos enfermos ante el riesgo de infección, y el propio Juan Ramón Zaragoza ha reconocido que «el estado general de la institución puede considerarse gravemente peligroso, tanto para la salud de los ingresados como para la atención a los enfermos externos citados a reconocimiento o que acuden a urgencias».Se considera probable la intervención del Ejército y la Cruz Roja para hacerse cargo de la limpieza del centro. Mientras tanto, se viven continuas escenas de tensión, que tienen como protagonistas a los trabajadores en huelga y a los familiares de los enfermos. El miércoles fueron despedidos dos de los limpiadores, uno de ellos precisamente por supuesta agresión al familiar de un paciente, y el otro, por negarse a realizar determinadas tareas de mantenimiento.
Plan de evacuación de enfermos
Hay que indicar que el doctor Zaragoza recibió la noticia de su cese cuando acababa de celebrar una reunión con altos cargos de la Ciudad Sanitaria para poner en marcha un plan de evacuación de los enfermos si el conflicto persiste. El delegado territorial de Sanidad, que ya había presentado su dimisión hace meses por razones personales, declaró ayer que la legislación laboral vigente no le permitía adoptar una postura de fuerza ante el conflicto ni fijar los servicios mínimos a cubrir por los huelguistas.
Por lo que respecta a Gil Chamizo, que era director de la Ciudad Sanitaria desde mayo de 1979, aseguró ayer tarde a EL PAIS que desde el martes día 13 de octubre había comunicado por escrito al gobernador civil de la provincia los problemas que podrían originarse a causa de la huelga, proponiéndole además la adopción de una serie de medidas encaminadas a paliar la situación. Gil Chamizo se declaró sorprendido por su destitución, «aunque yo soy un funcionario y tengo que acatar las órdenes de mis superiores».
Según fuentes oficiales, ambos ceses se produjeron en base a la incompetencia e imprevisión de las autoridades destituidas ante el conflicto planteado por los quinientos trabajadores de la empresa Novalim, encargada de la limpieza de la Ciudad Sanitaria Virgen del Rocío. La huelga comenzó a medianoche del pasado domingo y tuvo su origen en las discrepancias mantenidas entre empresa y obreros sobre los derechos adquiridos por éstos con la anterior concesionaria (Larm).
Según el abogado de los trabajadores, José Julio Ruiz, Novalim ha manipulado de tal forma las nóminas, que en tres meses los trabajadores han dejado de percibir una cantidad superior a los veintiocho millones de pesetas. Para la empresa, por el contrario, los descuentos aplicados lo han sido en virtud del artículo 26 del Estatuto del Trabajador.
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