Antifaces y Rápidos, dos grupos dos historias
El pasado fin de semana actuaron en la sala Rock-Ola los grupos Antifaces y Rápidos. Uno viene de la cercana Alcarria, o sea, Guadalajara; el otro, de Barcelona, Ciudad Condal. Era interesante verlos a los dos y comprobar cuáles son las diferencias entre un grupo absolutamente nuevo y otro que ya tiene un Iargo rodaje a sus espaldas.Los catalanes habían estado ya en Madrid, demostrando que también por allí puette hacerse un pop-rock más o menos divertido, al márgen de lo que durante muchos años fue el progresismo musical barcelonés. En este tiempo, los Rápidos han conseguido llegar a tocar francamente bien, a reunir un buen número de canciones agradables y a demostrar una solidez en escena, de la que carecían los Antifaces en esta su tercera actuación.
Y, sin embargo, estos últimos parecían más excitantes, con mayores posibilidades a cierto plazo. Mientras los Rápidos han recorrido su camino y han llegado a un lugar decente, pero escasamente brillante u original, los Antifaces, con toda su depauperación técnica (el primer día sonaron de miedo, mientras que el segundo fue casi una hecatombe), mostraban todo un amplio abanico de intenciones.
Para empezar, el grupo tiene dos cantantes -él y ella-, bajo, batería, guitarra y saxo. Este último le da un sorprendente tono de dureza al pop del grupo, que recuerda tanto al Dúo Dinámico como a los Searchers. Con esos elementos los Antifaces arreglan una serie de buenas canciones con una imaginación y habilidad impropias de su corta estancia sobre un escenario; incluso logran, meter un solo de bajo a tren de una canción bien movida, sin que aquello pierda su pulsación, su ritmo o su ambiente.
En resumidas cuentas: un grupo que, al igual que UA, Línea Vienesa o La Mode, demuestra que la histotia de nuestro pop-rock, o lo que sea, no se acaba.
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