El comunista Petroselli, reelegido alcalde de Roma

El comunista Luigi Petroselli, que venía ocupando la alcaldía de Roma desde 1979, fue ayer elegido para seguir al frente del gobierno de la capital italiana, después de tres meses de duras negociaciones políticas. Petroselli obtuvo los votos de los socialistas y del Partido Democrático de Unidad Proletaria, organización situada a la izquierda del Partido Comunista.Para su elección fueron necesarias cinco votaciones. Al candidato comunista le faltaban los votos suficientes para obtener la mayoría absoluta tras el rechazo de los socialdemócratas, que habían participado en la anterior Administración de izquierdas y ahora se retiraron. Los republicanos se abstuvieron, como en la vez anterior, y la Democracia Cristiana dio sus veinticinco votos al propio candidato, Glovanni Galloni. El candidato comunista ha sido elegido con 39 votos a favor, exactamente los mismos que había obtenido el candidato comunista Giulio Argan en 1976, la primera vez que el Gobierno de Roma, después de estar cuarenta años en manos democristianas, pasaba a la izquierda. Petroselli sustituyó a Argan al dimitir éste por razones de salud.

Esta vez la lucha ha sido muy dura, porque la Democracia Cristiana (DC) no estaba dispuesta a seguir en la oposición precisamente en Roma, centro de la cristiandad. Los socialistas tuvieron que decidir si gobernar Roma con los comunistas o con la DC en el momento en que los socialdemócratas, con quienes los socialistas han establecido un pacto de colaboración, se oponían al nombramiento de un alcalde comunista.

La DC llegó a ofrecer, al parecer, el puesto de alcalde a los socialistas; pero éstos, al final, han aceptado formar un gobierno de izquierdas justificándose con el compromiso que habían adquirido con los electores en las elecciones de junio pasado.

Hay quien asegura que los socialistas desean usar esta carta de la baraja con los democristianos en el momento oportuno, por ejemplo, cuando se trate de la formación de un nuevo Gobierno.

El nuevo alcalde comunista ha confirmado que Il Campidoglio, sede del municipio romano, será autónomo e independiente, y que no creará un gobierno de ruptura: "Nos juzgarán por los hechos". Recordó que Roma "es una ciudad única en el mundo por historia, cultura y función: una capital del Estado y centro de la cristiandad".