La URSS acusa de contrabando a diplomáticos extranjeros
Algunos diplomáticos acreditados en la URSS utilizan las ventajas que les ofrece su pasaporte para sacar fraudulentamente del país iconos, oro y piedras preciosas, acusaba el martes el diario vespertino Izvestia, órgano del Gobierno de la unión soviética.Este periódico moscovita dedicaba buena parte de su última página a salvar la fama de los aduaneros soviéticos, de quienes ya los viajeros de principios de siglo hablan criticado su excesivo-celo y su escaso sentido del humor, característícas estas que, por lo general, aun hoy pueden experimentar los turistas que visitan la URSS.
Un reportero de lzvestia explicaba las "habilidades de prestidigitador" puestas en juego por algunos, usuarios del aeropuerto internacional de Moscú, Sheremetievo-2, para burlar los servicios de aduanas. ,Así, según el artículo publicado por el vespertino del Gobierno soviético, se ha descubierto en los últimos tiempos a, una ciudadana que pretendía salir del país escondiendo en un tubo de dentífrico una colección de microfilmes, en los que se encontraba fotografiada una serie de "textos antisoviéticos" escritos en lituano.
Igualmente, se sorprendió a un funcionario belga que trataba de entrar en la URSS ocultando en unos bolsillos hechos especialmente en su camiseta "una verdadera biblioteca" de contenido semejante.
Pero, como lo daba a entender la foto con la que Izvestia ilustraba el reportaje, el contrabando hacia el exterior más frecuente es el de iconos, otras obras de arte, antigüedades, joyas y caviar...
Recientemente, entre los más de 10.000 pasajeros que cada día utilizan Sheremetievo-2 se encontró a un italiano que llevaba bajo el forro de su maleta tres lienzos antiguos.
Sobre el posible contrabando realizado por diplomáticos, el reportero de Izvestia pasaba como sobre ascuas, si bien los titulares de pasaportes diplomáticos pasan en el aeropuerto de Moscú por una puerta especial -la misma que utilizan los funcionarios soviéticos destinados en el extranjero-, los servicios de aduanas pueden registrar sus efectos personales, a pesar de lo cual, el vespertino moscovita no hacía acusaciones concretas.
El tema del tráfico de drogas parece preocupar también a las autoridades aduaneras de la URSS.
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