Pamplona, a oscuras por explosión en una subestación eléctrica

Viene de primera páginaMinutos después de medianoche llegó al lugar del atentado un importante contingente de la Policía Nacional y de las Unidades Antiterroristas Rurales (UAR) de la Guardia Civil. Miembros de estas fuerzas, con motocicletas todo terreno recorrieron las zonas aledañas a la subestación e inspeccionaron las torretas de conducción de las líneas de suministro para buscar otros posibles artefactos.

La Guardia Civil y la Policía Nacional revisaron, con ayuda de potentes focos, el interior del recinto de Cordovilla, ya que, según se informó a este periódico, podían existir otros artefactos preparados para que explosionaran al paso de miembros de las fuerzas de seguridad del Estado. Al cierre de esta edición continuaba el registro policial de la zona, y se estimaba que sería muy costoso restablecer el servicio eléctrico, dados los daños producidos por los artefactos y la gran área que sirve esta subestación.

Según informaciones no oficiales, efectivos policiales estaban procediendo a Ia búsqueda de un R-6 por las inmediaciones de Ia universidad (situada cerca de Ia subestación) cuando se produjo la explosión. Al parecer, un coche de ese tipo había sido robado a punta de pistola a primera hora de la noche y la policía trataba de encontrarla

Pamplona ofrecía esta madrugada un aspecto desolador. En el centro de la ciudad no dejaban de sonar las alarmas de bancos y establecimientos de joyería, debido a que sus correspondientes sistemas entran en funcionamiento al producirse un corte de fluido eléctrico. A pesar de la falta completa de luz, podían observarse muchos balcones llenos de gente en el centro de Pamplona tratando de averiguar qué sucedía.