No habrá negociación del convenio colectivo de Renfe en el presente año
No habrá negociación del convenio colectivo de Renfe en 1981, según el acuerdo alcanzado, en la noche del pasado jueves, entre representantes de los trabajadores y de la dirección de la compañía. El pacto, sobre el que la empresa pidió reserva absoluta, será anexionado al laudo dictado el pasado mes de febrero y al resto de los acuerdos suscritos en Renfe durante el pasado año. El texto firmado entre las partes a altas horas de la noche del jueves, recoge el compromiso de la empresa de incrementar en mil el número de nuevos lngresos durante lo que queda de año. Con ello, la cifra de trabajadores que pasarán a formar parte de la plantilla de la empresa en 1981 totalizará la de 5.000 solicitada durante la negociación del convenio.
Por otra parte, la empresa se compromete a abrir negociaciones para el convenio de 1982, el próximo 29 de octubre, y a homogeneizar la masa salarial como punto de partida en la nueva negociación. El tema de la masa salarial ha sido, en pasadas ocasiones, uno de los aspectos más espinosos, al no existir acuerdo entre la representación social y económica respecto a los criterios utilizados en la determinación de la misma.
También de cara al convenio de 1982 existe el compromiso de crear una bolsa de 450 millones destinada a clasificación de personal y a abrir el abanico salarial, excesivamente cerrado.
Con el acuerdo del jueves, los representantes de los trabajadores y de la empresa renuncian al derecho de abrir nuevas negociaciones una vez que la Audiencia Nacional declarara nulo el laudo dictado por la Delegación Nacional de Trabajo.
Diferencias y paros intermitentes
Las negociaciones del convenio colectivo de Renfe, iniciadas a finales del pasado mes de diciembre, arrancaron ya con una diferencia de siete puntos entre la oferta patronal y lo solicitado por los representantes de los trabajadores. La dirección de la compañía ofreció un incremento del 8%, basado en las limitaciones presupuestarias impuestas a la compañía. Ante la falta de acuerdos -la empresa subió su oferta hasta el 10% se inició una serie de paros intermitentes, a los que posteriormente vendría a sumarse una huelga de celo. El conflicto coincidió con el protagonizado por los controladores aéreos, motivado prácticamente por las mismas razones y que obligó la aplazar el congreso de UCD. Pero mientras el tema de controladores fue resuelto con inusitada rapidez, subiendo del 8% al 13,55%, el de Renfe se resolvió por medio de un laudo de obligado cumplimiento, que recogía un incremento salarial del 10%.
Las circunstancias del dictamen -situación de huelga- llevó a los trabajadores a recurrir contra el mismo en base a la posible inconstitucionalidad del mismo. La Audiencia Nacional falló, el pasado mes de julio, a favor de los trabajadores, dejando en libertad a las partes para reiniciar las negociaciones.
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