Tendencia confusa
Terminó la semana bursátil con unas sesiones que mantuvieron con determinación su orientación a la baja, mientras que las ódenes compradoras resultaban aún más insuficientes frente a las ventas que en las reuniones anteriores.La moderación que se apreció en los descensos que se generaban en el mercado madrileño era más producto del anticontrol que exhibieron los vendedores que de la oposición que plantearon las órdenes de compra. Quizá el más claro ejemplo de esta afirmación lo constituya el sector bancario, cuyos saldos vendedores para el conjunto de los siete grandes representaron la tercera parte del volumen de oferta del jueves.
Aunque en diversos medios se especulaba con la posibilidad de que ayer mismo las bajas se frenasen, el comportamiento netamente vendedor de los especialistas bilbaínos acabó por mediatizar a sus compañeros de Madrid, quienes, temerosos de los flujos que se pudiesen generar por la vía del arbitraje, decidieron dejar para mejor ocasión el provocar subidas poco consistentes.
Los cierres presentaban un tono incierto, pues se mantenían las constantes que definieron las reuniones: más oferta que demanda y algún tibio tanteo comprador en valores muy aislados y de escasa relevancia en el panorama general del mercado. No obstante, no se debe descartar, según numerosas opiniones, la posibilidad de que a lo largo de la próxima semana las Bolsas protagonicen nuevas alzas.