El Centro de Restauraciones, en la Ciudad Universitaria, continúa cerrado y abandonado después de once años
El edificio circular de la Ciudad Universitaria, que comenzó a contruirse en 1967 y cuyas obras, a punto de terminarse, quedaron paralizadas en 1970, continúa once años después cerrado. El edificio, que tuvo sus antecedentes en un proyecto que ganó el Premio Nacional de Arquitectura, costó 92 millones de pesetas y se construyó para albergar a la Escuela de Artes Aplicadas a la Conservación y Restauración, del Patrimonio Artístico, aunque después y a medida que fueron cambiando los gabinetes. ministeriales, se quiso hacer de él la sede de organismos tan diversos como la Universidad a Distancia o el Tribunal Constitucional.
Los arquitectos Fernando Higueras y Antonio Miró autores del proyecto definitivo, coincidieron. en que el abandono de este edificio, visitado en los últimos años; por numerosos profesionales de todo el mundo, "es causa de la desidia y la falta de interés por parte de la Administración". La historia del edificio, catalogado en 1975 como uno de los veinticuatro más interesantes de Madrid por el Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos, comenzó en 1961, cuando Fernando Higueras y Rafael Moneo ganan el Premio Nacional de Arquitectura con un proyecto para construir un centro de restauraciones artísticas. Cuatro años después, el entonces director general de Bellas Artes, Gratiniano Nieto, encargó a los arquitectos Fernando Higueras y Antonio Miró la realización de un proyecto definitivo con objeto de construir un centro para la conservación y restauración del Patrimonio Artístico.
Encargado tras un concurso-subasta a la empresa Construcciones Municipales, SA (Comsa), comenzaron las obras en 1967 con un presupuesto de 72 millones de pesetas, cantidad que se ve aumentada al tenerse que realizar, posteriormente, un proyecto reformado, lo que representó unos costes adicionales de catorce millones de pesetas.
Según informó el entonces director de la empresa constructora Comsa, en 1970, cuando quedaban unos meses para terminar las obras se recibió la orden de ralentizar los trabajos; la razón es que el nuevo director de Bellas Artes, Florentino Pérez-Embid, intentó hacer del edificio el Centro Nacional de las Artes y la Cultura, para lo que pidió un nuevo. proyecto de decoración interior a los mismos creadores del edificio, sin que se llevara a cabo.
A partir de ese momento, el edificio quedó cerrado y bajo la vigilancia de dos guardias, y así permaneció hasta 1976, año en que el Ministerio de Educación resolvió definitivamente el contrato con Comsa y convocó un nuevo concurso-subasta para terminar la idea original y crear un centro nacional de restauraciones.
"La terminación del edificio, sin embargo, no se produjo, ya que la construcción, adjudicada a Dragados y Construcciones, que ofreció bajar un 28%. sobre el precio de salida, se encargó a arquitectos del Ministerio de Educación, lo que provocó nuestras protestas como arquitectos del proyecto original. A continuación se dijo que el edificio no estaba en buenas condiciones, circunstancia ante la que el Ministerio encargó un peritaje sobre la construcción realizada; en este análisis no se encuentro ningún fallo", según manifestó Fernando Higueras.
Como consecuencia de estas polémicas, la reanudación de las obras se retrasó y. el edificio volvió a quedar olvidado por parte de la Administración. Hasta el momento, los arquitectos creadores del edificio han realizado, al parecer seis proyectos de adaptación del mismo para otros tantos usos. Así, se ha hablado de convertirlo en la sede del Rectorado de la Universidad, en una casa de cultura y en biblioteca de la Universidad Complutense.
El 21 de febrero del pasado año, una granada explosionó en el helipuerto del palacio de la Moncloa, a unos 250 metros del Centro de Restauraciones. El atentado lo reivindicó la organización ETA pm. Tras este atentado, el Centro de Restauraciones quedó bajo la zona de seguridad del Palacio de la Moncloa, ya que, en la actualidad, está vigilado continuamente por miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Se llegó incluso a decir que iba a depender de Presidencia del Gobierno, pero la última noticia que recibieron los arquitectos autores del proyecto fue que podía convertirse en la sede del Tribunal Constitucional.
Un edificio singular
Estos patios, así como las pasarelas que están por encima de la puerta de entrada, estarían rodeadas de jardineras para la colocación de plantas colgantes. Los metros cuadrados construidos son 24.000; de los que unos 22.400 corresponden a superficie cubierta, en tanto el resto lo forman los patios. En la superficie cubierta se tenía pensado, en el proyecto original, instalar una sala de actualidad, una galería experimental de arte contemporáneo, salas para exposiciones temporales, museos, bibliotecas, una sala de cineclub, otra dedicada a música y coreografía, un servicio de documentación general, así como laboratorios, talleres y almacenes.
"Este diseño se cambió posteriormente, a medida que nos solicitaban la adaptación del edificio a otros fines, ya que la estructura interior permite, con relativa facilidad, introducir variaciones. Sin embargo, ninguno de los proyectos se ha podido llevar a la práctica, ya que cada vez que cambiaba un ministro, el proyecto en el que estábamos trabajando quedaba superado por un nuevo plan del que accedía al puesto. Es un crimen que el dinero del ciudadano español esté así paralizado", denunció Higueras.
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