Conversación de taberna
(...) Realmente no conocemos ningún otro documento en el que el lenguaje llegue más bajo, incurra en mayores groserías, acumule tantas palabras soeces. Y es que no se trata de una conversación normal en la que se deslizan algunas palabras malsonantes; es que es una pura ristra de tacos a la que se mezcla alguna que otra palabra que aspira a la coherencia.Sabíamos ya muchas cosas tristes de aquella tarde del 23 de febrero -violencia, contradicciones, mentiras-, pero este ingreso de la más baja taberna en los papeles del sumario viene a colocar una última nota de tristeza en el asunto y pone aquel golpe en el lugar nada heroico que realmente merece. Los pretendidos salvadores de la Patria llevaban consigo -aparte de la desobediencia a sus jefes y la altanería ante los indefensos- todo un chorro de analfabetismo, de mal gusto, de grosería tabernaria.
Cada día vamos descubriendo más de cuántas cosas se salvó realmente España aquel día. Cada vez es más grande la urgencia de que ese triste fantasma pase de una vez al baúl de los recuerdos.
27 de agosto
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