La policía sueca libera al embajador iraní secuestrado por un grupo antijomeinista
El embajador de Irán en Suecia y su esposa fueron liberados sanos y salvos por la policía ayer, después de que una treintena de militantes antijomeinistas les secuestrasen por espacio de varias horas en su residencia para solicitar la creación de una comisión internacional que investigue la situación de los presos políticos en Irán, informa Ricardo Moreno desde Estocolmo.
Poco después de la conclusión del secuestro en la capital sueca, diversos grupos antijomeinistas irrumpieron en las oficinas de la organización Amnistía Internacional (AI) en París para demandar la condena, por esta institución de defensa de los derechos humanos, del régimen del imán Jomeini. Los reponsables de Al han declinado hacer cualquier comentario mientras perdure la ocupación de sus locales.La toma de la residencia del embajador iraní en Suecia la llevaron a cabo unos treinta jóvenes desarmados, que se confesaron miembros o simpatizantes de la organización marxista-leninista Peykar, quienes, en llamada telefónica a la agencia France Presse, reivindicaron la acción, cuya finalidad era denunciar, a través de una conferencia de Prensa que no llegó a celebrarse, "la suerte que corren los oponentes" al imán Jomeini.
Los asaltantes no ofrec leron la más mínima resistencia a la policía cuando inició el desalojo, después de una consulta con el ministro sueco de Asuntos Exteriores, quien mantuvo contacto permanente con las autoridades de Teherán desde el comienzo de la ocupación. Estas declararon que excluían "cualquier compromiso" con los secuestradores, incluso si el embajador "se convertía en mártir".
Hace una semana, estudiantes iraníes protagonizaron una conferencia de Prensa en la Embajada de Irán en Oslo, que ocuparon durante medio día y retuvieron en su interior a todo el personal diplomático. Una vez detenidos por la policía, fueron conducidos a la frontera con Suecia sin que se les notificase acusación alguna.
Los asaltantes de la residencia del embajador en Estocolmo han sido, por el contrario, acusados por las autoridades suecas de violación de un edificio diplomático y de destrucción de informes.
A pesar de que el desalojo se efectuó pacíficamente con ayuda de perros policías, en Estocolmo se afirmó que los grupos especiales de la policía sueca están perfectamente equipados para eventualidades de este tipo desde el asalto a la Embajada de la República Federal de Alemania (RFA), en abril de 1975, por un comando terrorista de la banda Baader-Meinhoff.
Según algunas opiniones, la casi simultaneidad de las acciones en Estocolmo y París hace pensar en una oposición antijomeinista bien estructurada en Occidente.
Por su parte, el ex presidente iraní Abolhassan Banisadr manifestó el pasado domingo, en una entrevista para la cadena de televisión norteamericana CBS, que la " influencia" del imán Jomeini en Irán ha decrecido y sus partidarios "son entre el 15 y el 20% de la población".
Para Banisadr, el imán, que "encarnó la unidad y el símbolo de la revolución", es ahora una persona ignorante de la política internacional" y "unido a la reacción", que "obliga a los iraníes a espiarse unos a otros".
Ataque al fiscal general iraní
Respecto a la cada vez más caótica situación interna iraní, ayer fue asaltado el domicilio del fiscal general, ayatollah Rabani Amiashi, por miembros del grupo Muyaidin e Jalk (izquierda islámica), según informaciones oficiales.
La casa fue atacada por un grupo de hombres que comenzaron a arrojar granadas de mano contra el edificio. Los "guardianes de la revolución", que dan escolta a los principales líderes religiosos del país, repelieron la agresión. Durante el tiroteo, que duró alrededor de una hora, cuatro personas resultaron heridas y cinco detenidas.
Las acciones contra las autoridades judiciales religiosas prosiguen en varias partes del país, y ayer, además del ataque mencionado, un miembro del tribunal islámico de Tabriz resultó muerto al ser atropellado por "unos motoristas no identificados".
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