La mayoría de los mendigos están enfermos

La mayoría de los mendigos de Madrid se encuentran afectados por alguna enfermedad, según un estudio realizado por el Instituto Municipal Fabiola de Mora y Aragón en las personas acogidas en el albergue de San Isidro, en el paseo del Rey.El estudio se realizó a lo largo de los meses de junio y julio, a 141 personas (123 hombres y 18 mujeres), de las cuales el 91,49%, padecía síntomas de enfermedad. De esta cifra, el 90,25 correspondía a hombres y el 100% a mujeres, informa el Gabinete de Prensa del Ayuntammiento de Madrid.

El delegado de Sanidad, José María Santos Guede, entiende que estos resultados se pueden considerar como "una muestra de la totalidad de los mendigos de Madrid", aunque sólo se hayan estudiado los casos recogidos en el albergue San Isidro.

De los 141 casos analizados, tan sólo 12 hombres presentaron resultados globales normales, aunque no se contempla en el estudio los historiales médicos de los enfermos.

Los casos más frecuentes son los mendigos que sufren de trastornos de visión, que ocupan un 23,77% del total, seguido de los trastornos respiratorios, cardiocirculatorios y digestivos. Asimismo se han encontrado patologías síquicas, producto de la situación de indefensión en que se encuentran estas personas. Igualmente se han observado problemas de lenguaje, causados posiblemente por la falta de comunicación característica de la mendicidad.

Recientemente el mismo Centro de Salud Municipal Fabiola de Mora y Aragón participó en una amplia operación para la erradicación de la mendicidad infantil mediante el tratamiento de estos niños en centros especiales en los que se les ha sometido, como primera providencia, a un minucioso exámen médico. Esta operación se ha llevado a cabo junto con la Cruz Roja.

El objetivo de este tratamiento era doble: localizar en los niños enfermedades contagiosas y determinar el estado general de la salud de los pequeños mendigos, de los que se calcula habría en Madrid unos trescientos. Entre las afecciones halladas en estos niños se citan un paciente con un soplo en el corazón, otro con hernia, varios con pies planos, flato y, sobre todo, raquitismo. La mayoría de ellos tenían piojos y otros parásitos propios del abandono higiénico.