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Restablecido el 75% de las líneas telefónicas afectadas a causa de una explosión en la central de Fuencarral

La Compañía Telefónica Nacional de España restableció ayer 5.000 líneas de teléfono de las 7.000 que quedaron fuera de servicio tras la doble explosión registrada sobre las doce de la mañana del pasado domingo en la central automática Madrid-Fuencarral de la citada compañía, sita en la avenida del Cardenal Herrera Oria, 136. La explosión, debida a un escape de gas ciudad, no produjo ninguna víctima, pero sí originó importantes daños en el edificio y dejó fuera de servicio, ayer ya restablecido, las líneas telefónicas de los hospitales Ramón y Cajal y La Paz, así como las instalaciones militares de El Goloso.

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Una central de conexión directa con 10.000 abonados

Los servicios telefónicos afectados por la explosión fueron restablecidos casi completamente en la tarde de ayer y, según informó el departamento de relaciones sociales de la Compañía Telefónica, se esperaba que para la mañana de hoy la avería estuviera solucionada y la totalidad de los abonados pudieran usar normalmente sus teléfonos. Las primeras medidas de urgencia que se tomaron nada más conocerse el hecho fueron el restablecer rápidamente las comunicaciones en los dos grandes centros hospitalarios afectados, Ramón y Cajal y La Paz, así como el de la Cooperativa Farmacéutica Española (Cofares) y el cuartel militar de El Goloso, en donde a última hora de ayer funcionaban más del 80% de sus líneas telefónicas. Los teléfonos afectados fueron todos los que comenzaban con la cifra 734.La Dirección General de Protección Civil, ante la gravedad de la situación, puso en marcha inmediatamente un dispositivo de comunicaciones mediante una red de radioaficionados que mantuvo el contacto entre los centros hospitalarios y las personas del exterior. La dirección general dispuso catorce equipos móviles instalados en los principales centros sanitarios conectados con una emisora central a través de un grupo de radioaficionados, con quienes este organismo mantiene una íntima colaboración, ya que su sistema de trasmisiones no funciona todavía de forma permanente. Durante la misma tarde del domingo, en la residencia La Paz habían sido instaladas diez líneas telefónicas con el número 450 41 55, que aún ayer seguían siendo utilizadas.

Las citadas explosiones produjeron importantes daños en el edificio, aún no evaluados materialmente, aunque parece que la estructura del mismo no se ha visto excesivamente afectada. Los equipos telefónicos quedaron seriamente dañados, así como la sala de baterías y los cables de salida de la central. En el momento de producirse la doble explosión únicamente se encontraba un vigilante jurado de guardia haciendo "la ronda" en el edificio y no había ninguna persona en su interior.

Uno de los empleados de la Telefónica que allí trabajan manifestó a este periodico que "si la expIosión se hubiera producido en un día de diario, podría haberse originado una gran tragedia, ya que en la central trabajamos habitualmente siete u ocho personas".

Un escape de gas

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La doble explosión se debió, según informó uno de los técnicos de la compañía Gas Madrid encargado de investigar la causa de la misma, a un escape de gas ciudad detectado ayer a unos seiscientos metros del edificio de la central. Aunque la conclusión es provisional, ya que se continúa estudiando el origen de la explosión, parece que la rotura de una tubería provocó el escape de gas de forma que, éste fue canalizado hasta el edificio de la central telefónica debido a que ambas instalaciones están colocadas en un mismo conducto. Una vez en el interior del local la mezcla explosiva sólo necesitó de una chispa para provocar el hecho. La Compañía Telefónica sostiene Igualmente que la explosión se debió a un escape de gas.

Las mismas fuentes señalaron que la instalación de los cables de la Telefónica era deficiente y que esto podría haber provocado la rotura, de la tubería de gas, "puesto que sus canalizaciones dan la impresión de haber sido colocada con posterioridad a las del gas ciudad". El servicio de gas funciona regularmente en la zona afectada y la avería ha sido corregida de forma provisional, ya que continúa estudiándose el origen de la misma para restablecer definitivamente este tipo de averías y tenerlo en cuenta en beneficio de la seguridad de los ciudadanos.

La explosión no fue provocada

Esta provisional explicación del suceso, según la calificaron los técnicos de Gas Madrid, desmiente la primera versión ofrecida el domingo pasado, en la que se daba como causa de la explosión la acumulación de gases ocasionados por el derrame de ácido sulfúrico de las baterías del grupo electrógeno de la central telefónica. Asimismo, miembros del grupo de artificieros de la Policía Nacional que se desplazaron en la mañana del domingo al lugar del hecho manifestaron que "se descarta totalmente que la explosión pudiera haber sido provocada".

La onda expansiva se dirigió de dentro hacia afuera y del suelo al techo, en forma de cono, lo que desprendió las verjas de hierro que se encontraban adosadas a las ventanas del edificio, rompió numerosas cristaleras y ocasionó numerosos desperfectos en los aparatos e instalaciones situadas en el interior del local. Una de las verjas de la central fue lanzada por la onda expansiva hasta las inmediaciones de un chalé cercano a este edificio.

La explosión tuvo dos focos, uno en la fachada principal del edificio que da a la avenida del Cardenal Herrera Orla y el otro en la parte posterior del local.

El personal de Telefónica organizó inmediatamente sus turnos de trabajo para restablecer a la mayor brevedad las líneas telefónicas que quedaron fuera de servicio, operación que quedó prácticamente concluida a última hora de ayer. Según informaron fuentes de la citada compañía, la totalidad de los abonados afectados podrá disponer de este servicio, seguramente, a primera hora de la mañana de hoy.

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