La madera es la principal fuente de energía para el 50% de la humanidad

Una importante manifestación para llamar la atención del mundo sobre la creciente escasez de la madera como combustible, y el ofrecimiento del primer ministro de Canadá de ayuda económica directa a los países del Tercer Mundo en investigación energética, han sido los rasgos más señalados de la segunda jornada, ayer, de la conferencia de la ONU sobre energías nuevas y renovables (UNERG).

Más de un millar de personas llevando leña, ramas secas y troncos de todo tipo participaron ayer en Nairobi, capital de Kenia y sede de la UNERG, en una marcha de la leña para denunciar la grave escasez actual de lo que constituye la fuente de energía principal en las zonas rurales del Tercer Mundo.La manifestación terminó delante del centro keniata en el que se encuentran reunidos los 3.000 expertos de todo el mundo, y fue recibida por el secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, y los primeros ministros de Canadá, Pierre Trudeau; de Jamaica, Edward Seaga, y de Suecia Thorbjoern Faelldin.

Cien millones de personas viven en regiones subdesarrolladas en las que ya no es posible encontrar leña para necesidades tan elementales como cocinar o calentarse. La madera, directamente o bajo la forma de carbón vegetal, representa la principal fuente de energía de la mitad de la humanidad, y su ex plotación se ha acelerado en los países pobres a partir de la crisis del petróleo de 1973-1974, cubriendo el 60% de las necesidades energéticas en Africa, y hasta el 93 % en extensas áreas rurales de la India.

La desforestación está alcanzan do niveles alarmantes en muchos países. Así, en Alto Volta, la capital Uagadugú se encuentra prácticamente desértica, en la que es imposible encontrar leña en un radio de 35 kilómetros a la redonda; en Nepal, por otra parte, en los flancos del Himalaya, la selva desaparece con rapidez, y se calcula que en los últimos diez años una cuarta parte de los árboles han sido eliminados para ser convertidos en energía calorífica.

Multiplicar por cinco la repoblación forestal

Para invertir esta negativa tendencia sería necesario multiplicar por cinco el ritmo actual de plantación de árboles, y alcanzar veinte millones de hectáreas repobladas en veinte años. Otras medidas complementarias apuntan hacia la plantación de superárboles de crecimiento muy rápido, como la especie Leucaena de México, que alcanza veinte metros de altura en seis años, y el perfeccionamiento de los métodos de obtención del carbón vegetal, como el nuevo modelo de caldera adoptado en Ghana, que sólo necesita 3,3 toneladas de madera para obtener una tonelada de carbón, en lugar de las 8,6 toneladas de madera requeridas por los métodos tradicionales.De todos modos, una vez más aparece el problema de la financiación, ya que este problema de repoblación forestal necesitaría no menos de mil millones de dólares anuales durante los próximos veinte años. En este sentido, la intervención de ayer de Pierre Trudeau aportó una nueva perspectiva, ya que, además de «hermosas palabras», según su propia cita, prometió una ayuda económica de cuarenta millones de dólares para la investigación energética en el Tercer Mundo, aparte de los mil millones de dólares que tiene previstos invertir Canadá en los próximos quince años en diversos proyectos bilaterales relacionados con la energía.