Nueva campaña argelina para que la OPEP reduzca su excedente de producción

Argelia inició ayer un nuevo esfuerzo destinado a obtener que los cuatro países africanos miembros de la OPEP (Argelia, Libia, Gabón y Nigeria) reduzcan drásticamente sus producciones de crudo, a fin de defender sus actuales niveles de precio (los más altos de la organización petrolera) y mitigar los efectos de la alta producción de Arabia Saudí. El ministro argelino de Energía, Belkacem Nabi, llegó ayer a Lagos (Nigeria), portador de una proposición destinada a reducir en más de un 40% la producción global de los cuatro países citados, cifrada en cerca de cinco millones de barriles por día.Los productores africanos de petróleo, del marco OPEP, han intentado coordinar su política de ventas, en dos reuniones celebradas en Hassi-Messaud (Argelia) y Trípoli, en junio y julio pasados, en las que decidieron «resistir a las presiones de los países consumidores» y mantener el tope máximo de 41 dólares por barril hasta diciembre próximo, según lo acordado por la conferencia ministerial de la OPEP celebrada en Ginebra en mayo de este año.

Pero en las últimas semanas el Frente Africano ha sufrido los duros embates de un verdadero boicoteo de parte de sus clientes habituales, quienes han suspendido sus compras, aludiendo al elevado precio de esas capitales. Los crudo argelino, libio y nigeriano son de una alta calidad, y en el caso de los dos primeros, su proximidad a los centros compradores constituye un atractivo suplementario, pero la abundancia de petróleo en el llamado mercado libre y la negativa de Arabia Saudí a limitar su producción han transformado las coordenadas de actuación de los exportadores africanos.

Para paliar la pérdida causada por la suspensión de facto de varios contratos, los países africanos se dispondrían a solicitar un aporte de capital, a través de empréstitos en el mercado financiero occidental, sirviéndose de sus reservas de crudo como medida colateral de apoyo. El plan de reducción de la producción, previsto por los expertos argelinos, haría pasar a menos de 2.700.000 barriles diarios la producción global, de los cuales 900.000 barriles corresponderían a Nigeria; 800.000, a Argelia y Libia, y 200.000, a Gabón.

Los ministros argelino y libio de Energía intentaron obtener de su homólogo saudí, jeque Yamani, durante una reunión celebrada en Taif el 15 de julio, que éste aceptara la idea de una. reducción del excedente en el mercado libre, para no abrir una nueva brecha en la organización petrolera, pero tales esfuerzos resultaron baldíos. Desde entonces, Argelia y Libia han reiterado sus críticas a la nefasta política seguida por Ryad, aunque han insistido en que un elemento esencial de la eficacia de la OPEP es el mantenimiento de su cohesión.

Argelia estima que la situación actual de desbarajuste en el mercado coyuntural y, por consiguiente, una vez alcanzado el límite de sus economías respectivas, los países compradores tendrán que hacer acto de presencia en el mercado, por lo que es preferible disminuir la producción, en lugar de aceptar una reducción directa o lateral de precios. El interrogante que plantea esa filosofía es el de saber hasta dónde esos países podrán reducir su producción de crudo sin que ello incida negativamente en sus esfuerzos de desarrollo económico.