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El Ejército considera que su presencia en la frontera ha desbaratado los planes de ETA

Cuatro meses después de que el Gobierno encomendara al Ejército la misión de impermeabilizar la frontera de Navarra con Francia, altos mandos militares estiman que la presencia de las tropas ha conseguido desbaratar todos los planes de ETAm para el paso de comandos y armas. Al término de, los ejercicios tácticos realizados el pasado jueves en presencia de informadores de distintos medios, el general Ruiz de Ona, gobernador militar de Navarra, desvelaba algunos datos sobre los primeros éxitos que la presencia de unidades del Ejército, rastreando diariamente la zona fronteriza, han obtenido. Según el gobernador militar de Navarra, los Servicios de Información Militar (SIM) dieron la alarma hace mes y medio sobre unos comandos de ETA que debían cruzar la frontera por Navarra para realizar en España diversas misiones terroristas que no pudieron llevar a cabo, debido a las continuas patrullas que realizan las unidades del Ejército por toda la zona. Este y otros logros de las Fuerzas Armadas en la frontera fueron el telón de fondo de la jornada abierta a la Prensa, que se celebró el jueves pasado en el acuartelamiento navarro de Aizoaín, en la que estuvo presente un redactor de EL PAIS.

A las diez de la mañana del pasado jueves, cuatro periodistas y un equipo de Televisión se reúnen en el acuartelamiento de Aizoaín, próximo a Pamplona, para ser testigos de tres ejercicios tácticos en puntos diferentes de la frontera, a los que asiste el teniente general Luis Polanco y su estado mayor, así como el general Ruiz de Ona, gobernador militar de Navarra. El comandante de Estado Mayor Luis Palacios explica los pormenores, de la operación y sobre las once de la mañana los periodistas y los cámaras, junto al comandante Palacios, parten de Aizoain en un helicóptero hacia la frontera. En el ejercicio participan cinco helicópteros Huey Troquois para el transporte de tropas y otros dos aparatos Alouette Astazour.El primer ejercicio, denominado tácticamente Mazazo, se desarrolla en las inmediaciones de Zugarramurdi. Los helicópteros han recogido, en Lecaroz a una sección de cazadores de montaña para trasladarla al norte de Zugarramurdi, en donde se ha detectado la presencia de un grupo armado compuesto por quince personas que pretende introducirse en España. Para capturar al grupo, el mando militar ordena la materialización de un cerco y una reducción posterior mediante el rastrilleo para efectuar una acción del yunque martillo. En la operación participan alrededor de cuatrocientos hombres, de los cuales una parte ha sido helitransportada y el resto se ha dirigido a la zona en jeeps y camiones.

Finaliza la operación Mazazo y comienza la llamada Carlomagno. A ocho kilómetros de Burguete, junto al monte Iturrumburu, se supone que ha sido detectada un grupo terrorista armado formado por unos doce hombres que pretende huir y adentrarse en Francia. Con la participación de cuatrocientos hombres transportados por carretera y aire se realiza un ejercicio de similares características al anterior, hasta lograr localizar al enemigo y reducirlo. La operación ha sido un éxito y el mando militar ordena a los ocho helicópteros que participan en los ejercicios -cinco para el transporte de tropas, uno para el teniente general, otro para el general de división y el último, en el que viajan los periodistas- el aterrizaje en el paraje Jaureaztegi, en donde está instalado un campamento y preparada la comida.

El menú de la tropa

Después de un aperitivo, militares e invitados (a la comida asiste el alcalde de Burguete, Javier Etxepara) se instalan en el interior de una espaciosa tienda de campaña para almorzar el mismo menú que la tropa: ensaladilla rusa, pollo, helado de café y nata, pan, agua y vino. La comida transcurre en un ambiente distendido. El teniente general Luis Polanco asegura a uno de los periodistas que es padre de catorce hijos, y en una de las mesas, un alto oficial comenta en tono jocoso: «En estos tiempos tener más de tres hijos es de juzgado de guardia». Avanza la comida y surge un tema casi obligado: la boda del príncipe de Gales con ladi Diana Spencer. Los mandos militares es timan que el derroche de la boda es innecesario en un país aquejado de tan graves problemas como es el Reino Unido, y aplauden la decisión del rey de España Juan Carlos I de no acudir a la ceremonia al conocer que el viaje de los recién casados se iniciaba en Gibraltar.Al término del almuerzo, y mientras los mandos, el alcalde de Burguete y los periodistas toman al aire libre los cafés y las copas (de coñá, anís o pacharán), el capitán general de la VI Región Militar, Luis Polanco, declara: «La impermeabilización que está llevando a cabo el Ejército es suficiente para lo que se pretende. Esta impermeabilización se mejora aumentando la calidad de las tropas, desde el primer general hasta el último trompeta. Es un alarde pasear las formaciones de helicópteros que hoy están volando -que no es usual en España-, pero es un ejercicio de gran eficacia para la misión que estamos cumpliendo aquí». A la pregunta de EL PAIS eñ tofrió a unas declaraciones del ministro del Interior en las que Rosón aseguraba que el Ejército sería sustituido por unidades de la Guardia Civil, el teniente general Luis Polanco precisa: «Ese es un principio general que, aunque no se diga, se tiene. ¿Quién tiene que cubrir la frontera en tiempo de paz? Las tropas de carácter de cobertura civil. ¿Es que no hay ahora tropas suficientes? Pues se pone al Ejército. Pero sépase que cuando se vaya pudiendo sustituir al Ejército por la Guardia Civil ya se hará. Por el momento, toda la zona de Guipúzcoa, hasta el valle de Baztán, en Navarra, ya está cubierta por la Guardia Civil. Quizá más adelante la Guardia Civil se ocupe de toda la frontera».

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Sin embargo, lo cierto es que el Ejército está preparando la invernada de sus tropas en la frontera, ya que, por el momento, el Gobierno no ha ordenado la retirada. Los tres batallones que actualmente están desplazados a la frontera (Batallón de Cazadores de Montaña Legazpi XXIII, Montejurra XX y Gerona VIII) permanecerán en este destino durante mes y medio, hasta ser sustituidos por nuevas unidades.

Las doce compañías del Ejército de Tierra han dividido la frontera de Navarra en subsectores -en cada uno de éstos hay una sección de la Guardia Civil-, que a su vez se subdividen en áreas de responsabilidad, de tal forma que cada compañía es responsable de unos ochenta kilómetros cuadrados. En total son alrededor de -2.500 los hombres que realizan las tareas de impermeabilización de la frontera.

Nieve en la montaña

Son las 15.30 horas, y los altos mandos militares y acompañantes abandonan el campamento de Jaureaztegui para presenciar el último ejercicio en la zona de Belagua. En el Portillo de Gimbeleta, casi en la frontera con Francia, hay nieve en cantidad considerable. Es un paisaje refrescante, ya que en el interior del helicóptero la temperatura alcanza los treinta grados y en Pamplona ha subido hasta los 35 grados. Las tropas se preparan para iniciar el ejercicio Sarrió contra un grupo de quince personas que supuestamente ha atravesado la frontera armado. «La presencia militar a lo largo de la frontera de Navarra», asegura a EL PAIS el comandante Luis Palacios, que viaja en el helicóptero con los informadores, «ha desbaratado los planes que ETA tenía para el cruce de armas y comandos por la frontera. Este es un hecho constatado ».El ejercicio presenciado desde el aire por los mandos militares y los periodistas invitados finaliza conforme a los objetivos previstos. Desde la propia frontera, siete de los ocho helicópteros emprenden el viaje de regreso hacia el acuartelamiento de Aizoaín, mientras que el capitán general Luis Polanco vuela directamente a Burgos.

En el bar de oficiales de Aizoaín, el general Ruiz de Ona y su estado mayor toman un refresco con los periodistas y proponen a los informadores que pregunten sobre cualquier tema que les interese conocer. «Nosotros estamos en la frontera encantados», asegura el general Ruiz de Ona, « pero nuestra continuidad depende del Gobierno. Cuando el Gobierno diga: «Esto se ha acabado», se acabó. De todos modos, estamos preparando la invernada, porque parece que continuaremos en invierno. De momento, no se ha producido ningún enfrentamiento con bandas armadas, ni es de esperar. Nuestro enemigo nos consta que es muy cobarde, y nunca actuaría de cara. Su táctica es actuar con rapidez y volverse a sus bases, siempre que tenga cubierta la retirada. Pero en este caso puede estar seguro que no podrá retirarse». El teniente coronel José Casinello apostilla: «Este es un juego del ratón y el gato. Para ellos sería un triunfo fabuloso hacer carne con el Ejército, pero no se atreven, porque saben que tienen todas las de perder».

Entre coca-cola y coca-cola, el general Ruiz de Ona y su estado mayor van precisando cuestiones. «Hace un mes y medio», indica el general, «los servicios de información militar dieron la alarma sobre la posibilidad de que varios comandos tratasen de atravesar la frontera armados. Según las informaciones que nos llegaron, varios comandos de ETA Militar tenían la orden de atravesar la frontera, pero nos consta que no lo han hecho porque la presencia del Ejército se lo impedía. Esto no quiere decir que a lo mejor un grupo de terroristas no haya entrado en España por la frontera de Irún, por ejemplo, con documentación falsa. Lo que está claro es que por el monte ya no lo pueden hacer, porque estamos nosotros».

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