_
_
_
_

Preocupación en Argelia por la normalización entre Marruecos y Libia

Pese al hermetismo oficial de los medios argelinos, es evidente que el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Rabat y Trípoli (anunciado oficiosamente ayer en la capital del reino alauí) suscita preocupación e inquietud en Argelia. La tesis de un descontento del régimen libio dirigido por el coronel Gadafi, en sus planes de control del Frente Polisario, como fondo de esa decisión, no es rechazada por los dirigentes argelinos.Tanto Argelia como el Frente Polisario han reiterado en diversas ocasiones que la eventualidad de una normalización entre Marruecos y Libia no les concernía directamente, pero esas afirmaciones no parecen ser sino una fórmula elegante de mostrar su preocupación por un hecho que, en pura lógica, puede influir directamente en el curso de los acontecimientos que tienen lugar en el Sahara Occidental.

El régimen argelino preferiría, sin duda, que Trípoli reafirmara de una forma oficial que el apoyo al Polisario sigue siendo una constante de la política de la yamahiria, aunque lo cierto es que las relaciones entre Argel y Trípoli se han enfriado prodigiosamente a causa de lo que aquí se estiman dos actitudes inconsecuentes de la política de Gadafi: la continuidad de una presencia militar libia en el Chad y la insistencia del presidente libio de atraer en tomo suyo a mauritanos y saharauis, sin un conocimiento profundo de las coordenadas que inciden en los problemas a que se enfrenta el área magrebí.

Marruecos había roto sus relaciones con Libia en 1976, tras el reconocimiento de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) por Trípoli, una de las dos capitales árabes que sostienen financiera y militarmente al Polisario en su conflicto con Marruecos.

Tras el bombardeo israelí de la central atómica iraquí de Tammuz, el controvertido coronel Gadafi había reafirmado que la preocupación esencial de los árabes debía ser la defensa de la causa palestina, dando a entender así que el tema del Sahara Occidental pasaba a segundo plano en su estrategia.

El enviado personal de Gadafi encargado de preparar el restablecimiento de las relaciones, el coronel Abdelhafid Massaud, había declarado en Rabat, en junio pasado, que Trípoli estima necesario consolidar sus relaciones con Marruecos para restablecer la unidad de las filas árabes.

Argelia ha reiterado hace semanas el fondo de su posición en torno al conflicto, a través de un comentario de su agencia oficial de Prensa, en el que se recordaba que el apoyo a los movimientos de liberación era una constante de la política exterior de este país. Esas alegaciones habían sido interpretadas en esta capital como una velada crítica al coronel libio.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_