Washington intenta consolidar la paz en Oriente Próximo

Jerusalén La Administración del presidente norteamericano Ronald Reagan intenta aprovechar el precario alto el fuego instaurado en la frontera entre Israel y Líbano para consolidar la paz en Oriente Próximo. Philip Habib, emisario del presidente Reagan, que consiguió la semana pasada el cese inesperado de las hostilidades, continuó ayer sus reuniones intensivas con los expertos del Departamento de Estado en Oriente Próximo para buscar los cauces adecuados que permitan llegar pronto a una solución global.

Grupos palestinos, probablemente vinculados al Frente Popular para la Liberación de Palestina (Mando General), organización respaldada por Libia, dispararon ayer, en dos ocasiones, cohetes sobre la franja del sur de Líbano controlada por las milicias conservadoras aliadas de Israel y dirigidas por el comandante Saad Haddad, según informó un portavoz militar israelí. La artillería hebrea no replicó.Las nuevas violaciones del alto el fuego tuvieron lugar pese al acuerdo tomado el lunes por todas las organizaciones palestinas -comprendida la del Mando General del citado Frente Popular, que el sábado pasado anunció su rechazo al cese de las hostilidades- para respetarlo.

Cuando, a su regreso de Oriente Próximo, fue recibido como un héroe por el presidente Reagan, Habib se abstuvo de hacer cualquier comentario triunfalista, limitándose a declarar que "el final de los ataques armados constituye un primer paso hacia una mayor seguridad y tranquilidad en la región indispensable para realizar nuevos progresos hacia una paz conjunta y duradera en Oriente Próximo".

Si el alto el fuego se mantiene, el Departamento de Estado norteamericano proyecta orientar sus esfuerzos diplomáticos en dos direcciones: intentar reconciliar a las diversas facciones libanesas, restaurando la autoridad del Estado en Líbano, y reactivar las negociaciones sobre la autonomía palestina entre Egipto e Israel.

Para conseguir la reconciliación nacional de los grupos armados entrentados en Líbano, que no se puede llevar a cabo sin la buena voluntad de Siria y los palestinos, la diplomacia norteamericana tiene la intención de contar con el apoyo de Arabia Saudí, principal potencia financiera y, económica de la zona.

El diario New York Times opinaba el lunes que se trataba de una "misión imposible" porque no se vislumbra cómo puede regenerarse el Estado libanés. Por lo que a las negociaciones sobre la autonomía palestina se refiere, las perspectivas de realizar progresos son escasas, opinan los observadores.

En Jerusalén, el Parlamento israelí ratificó ayer por aplastante mayoría el acuerdo entre Israel, Egipto y Estados Unidos para la constitución de una fuerza multinacional en el Sinaí. Unicamente los comunistas (cuartro escaños) y el partido Tekhiyia (tres) votaron en contra. La oposición laborista votó junto al Gobierno en esta ratificación que constituye el primer acto legislativo de la nueva Asamblea israelí desde las elecciones del pasado 30 de junio.

El presidente Reagan abordará el tema cuando reciba al presidente Sadat, en Washington, la semana próxima, y en septiembre al primer ministro israelí, Menájem Beguin.