El Gobierno israelí ha de decidirse entre negociar con la OLP o invadir Líbano
"Cogido como está en la trampa, Menájem Beguin no tiene otra elección que la de optar por cualquiera de estas dos soluciones para salir del atolladero: negociar un alto el fuego con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), con PhiIip Habib y, el presidente Sarkis interpuestos, o bien huir hacia adelante, es decir, transformar la presente guerra de desgaste en una guerra a secas invadiendo el sur de Líbano para rechazar a los palestinos más alla del río Litani, a un lugar desde el que no puedan alcanzar las localidades fronterizas israelíes". Este es el análisis de un diplomático americano, que comparten numerosos observadores políticos en Israel.La razón por la que Beguin no puede continuar indefinidamente con una guerra como la actual es muy simple: la vida de los habitantes de Galilea, sometidos día y noche desde hace casi dos semanas al bombardeo de los katiuskas, se hace insoportable.
Al contrario que los palestinos, sometidos a más duras pruebas, desde luego, pero también más acostumbrados -por la guerra civil de Líbano, por las incursiones israelíes, por la vida espartana y llena de privaciones a la que están sometidos desde hace años-, los israclíes de las ciudades y de los kibutzim de Galilea están poco o nada preparados para soportar una guerra de desgaste.
Exodo hacia el interior
Desde estas localidades se ha iniciado un éxodo hacia Tel Aviv, hacia Jerusalén, hacia el sur en general, lejos de los katiuskas palestinos. La gente va a casa de sus farníliares a pasar días o semanas hasta que acabe la tormenta. La televisión ha recibido críticas de las autoridades por haber rnostrado a la multitud apiñada en la estación de autobuses de Kirvath. Una vez más los periodistas han sido acusados de "desmoralizar a la población", de "derrotismo".
El daño económico de estos ataques es muy grande. En Nahariya, el turismo, una de los principales recursos de la ciudad, está moribundo. Cerca del 90% de las plazas reservadas en los hoteles ha sido cancelado en la que es la mejor época para la región.
Beguin estuvo ayer por la mañana en Nahariva aconipañado por el jefe de Estado Mayor, general Raphael Eytan. El prirner ministro renovó su compromiso de hacer callar muy pronto los katiuskas palestinos, y anunció que habían sido destruidas varias baterías de cañones nuevos de 130 milímetros situadas frente a la ciudad en territorio libanés. Entre los asistentes no hubo aplausos. Incluso los gritos de "Beguin, rey de Israel" tenían menos fuerza, carecían de entusiasmo.
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